LAS NENAS MIMOSAS 2 - Relatos Eróticos

LAS NENAS MIMOSAS 2

Sole casi se cae cuando orgasmó mientras yo se la chupaba.
-¡Jajaja! ¡Yo aguanto! – Sofía está decidida a mostrarle a su amiga, que una chupada mía “no le hace mella”. Se instaló frente a mí, inclinando sus caderas hacia mi boca. Sole veía en primer plano como mi lengua horadaba la concha de su amiga. - ¡Dale papito! ¡Mostremoslé a esta flojona cómo lo hacemos! ¡Jajaja!
	Me giré hacia Sole y la besé en los labios.
-¡Es una fanfarrona! ¡La voy a destrozar! ¡Jajaja! – Me encanta que todo sea tan divertido con las chicas. 
	Fui con mi cabeza y mi boca hacia la estupenda concha de Sofía, veterana de grandes batallas. La acomodó muy bien sobre mis labios, moviendo los labios - SUS LABIOS -, de tal forma que mi lengua quedó en su interior, ubicada sobre su punto G, y mi nariz sobre el clítoris. ¡Una maestra! Claro, sus movimientos de genitales los acompañaba moviendo mi cabeza. ¡Sofía lo sabe todo! De reojo miraba a Sole, interesantísima en el tema. Yo había tomado con fuerza sus glúteos, llegando con mis dedos al orto, puntuando en lo posible. Sofía acomodaba el culo, para sentirlos mejor. Estuvimos en esa tarea varios minutos. Entretanto, Sole, además de mirar con interés el cunnilingus que le hacía a su compañera, me habia tomado la pija y me masturbaba. Yo tenía miedo de acabar. No quiero hacerlo aún, sin harbérselas metido todavía. 
	Sofía me apretó la cabeza contra sí; casi me deja sin respiración. Tremendo estremecimiento y sacudida. Inundó mi boca y mi rostro. ...

... Permaneció parada, bien apretada contra mí, tomando mi cabeza. ¡Era su secreto! Eso la protegía de tembladerales o peligro de caer. Quietita varios minutos…
-¿Viste Sole? ¡Me la aguanté! ¡Jajaja! ¡Y te juro que Dani me hizo temblar! ¡Cómo chupa el guacho!
	Sofía se inclinó y me besó. O lo hacía por cariño, o quiere probar sus propios jugos. No le pregunté. La guié a que se sentara a mi lado. A mi izquierda Sole, todavía con mi pija en su mano. A la derecha Sofía. Abracé a ambas. 
-¡Chicas! ¡Ustedes me hacen muy felices! - Las besé, a una y otra.         
-¡Vos nos hacés felices! ¡Nos sentimos tan bien! – Sole se inclinó sobre mí y me besó en la boca. ¡Otra más que quiere saborear los fluidos de Sofía!
-¿Sabés una cosa, Dani? Tu forma de ser es única. – Sofía me habló mirándome a los ojos. – Tu suavidad, tu ternura, tus caricias y besos, siempre sobre nuestro cuerpo… ¡Nada que ver con los brutos del pueblo! ¡Todos muy machotes y ordinarios!
-Bueno…, no tienen que quejarse tanto. Esos hombres que considerás brutos y ordinaries, son los que se acomodaron perfectamente a la “situación” del pueblo…, y son los que trabajan el campo, siempre, sin sábados ni domingos… ¡Andá a explicarle a una vaca que no la podés ordeñar porque hay un “feriado largo”! Sino fuera por ellos, en nuestro país comeríamos pasto…
-Si…, claro…, ¡pero son tan groseros! – Sofía insistía. - ¡Joden permanentemente con insultos!
-¿Con insultos? – Me extrañé. No creía que insultaran a las mujeres, son muy amables ...