LAS NENAS MIMOSAS 3 - Relatos Eróticos

LAS NENAS MIMOSAS 3

... retirarla despacito, hasta la cabeza. La metí nuevamente y la retiré. Así varias veces.   
-¡Si papito, así! ¡Qué rico qué se siente! ¡La lengua de Sofi y tu pija! ¡Glorioso! – Yo esperaba una reacción así. - ¡Si, casi una doble penetración! ¡Jajaja!
	Me encanta que Sole se sienta tan bien. Una hermosa experiencia. Yo me sentía fenómeno. Ver a las hembras chupándose mutuamente y además enterrársela en el culo a una de ellas al mismo tiempo, es genial. Fui aumentando velocidad y energía. Me tomé de su cintura y empujé hasta el fondo, hasta que mi pelvis y mis testículos quedaron contra sus nalgas. Los gemidos de Sole aumentaban junto con mis sacudidas. Sofía clava sus dedos en las caderas de la nena, rozando mis muslos. 
	La sacudida de la nena fue notable. Me incliné sobre su espalda besando y lamiendo esa piel de terciopelo. No veía el rostro de Sofía, pero lo imaginaba inundado. Todo es impulso compartido. Mientras Sofí gemía casi a los gritos, se descargaba en la boca de Sole, yo me estremecí hasta los huevos y llené el culo de la nena con “litros” de semen. ¡Quedamos “muertos”! ¡Pobrecita Sofía! Aplastada por Sole y por mí. Se la saqué rápidamente y me levanté, llevando mi pija a la boca de Sofi. Me la pide, aunque no da más.
-¡Quedate quieta! ¡No te muevas! – Sofí estaba firmemente tomada de las caderas de Sole. - ¡Dejame que te chupe el culo! ¡Quiero ese semen!
	Tomé ...

... de los hombros a Sofi y la levanté hasta el ano de Sole. Pegó su boca al hoyo, dilatado y chorreando hilos de mi eyaculación. La retuve así hasta que absorvió todo lo que podia. Ayudé a levanter a Sole. Su compañera, amiga y amante giró sobre la cama y se quedo despatarrada sobre la cama. Me acosté a su lado, y la nena lo hizo junto a mí. Sin más nos quedamos tratando de recuperar una respiración normal, entre abrazos, caricias y besos. No se cuanto pasó, pero yo me dormí. Supongo que las chicas también.   

Creo que cumplí todas las “espectativas”. Estaba bastante “cansado”: ¡en los huevos no me quedaba nada! Las nenas son interminables, preciosas, deseables, ardientes y lo más sexual que conocí en mi vida. Nunca habia estado con una sola, salvo en el baño de la oficina de la obra, pero parecía que al estar juntas se potensiaban, a ver cual es más libidinosa y lujuriosa. ¡Jajaja! ¡Competían en cual cogía mejor!
No sé sí para bien o para mal, tal vez ambos. Llegó el amanecer, el despertar, y el volver a trabajar. Para bien…, pues puedo descansar y recuperarme; hoy tendré la visita de la hermana farmaceútica. ¡No habrá Ofelia al mediodía! Para mal: ¡perder dos hembras así, aunque sea por tres días! ¡Ya habría otra oportunidad! Nos bañamos y desayunamos. Fuimos hacia la obra. Nos vimos con varias vecinas y vecinos. No hubo asombros ni sorpresas. ¡Pueblo de cogedores multiples!