Llegando a los estados unidos - Relatos Eróticos

Llegando a los estados unidos

... mano en mi espalda y empujó hasta que me agaché, con mis manos en los costados del camión como apoyo. Mis grandes pechos se balanceaban libremente debajo de mí, mientras él me abría las piernas con una patada, luego se interponía entre ellas y metió su gran polla profundamente en mi coño. Comenzó a empujar su polla dentro y fuera de mí con abandono, agarrando mis tetas que se balanceaban mientras chocaban entre sí por la fuerza de sus embestidas.

Mientras Víctor me golpeaba sin piedad, obligándome a gruñir con cada embestida de su eje, podía escuchar a Santiago en la parte trasera de la camioneta. Había elegido a otra mujer del grupo, le habían sacado las tetas de la blusa y la obligaba a hacerle una mamada, mientras le metía y sacaba la polla de la boca. Santiago no duró mucho, y cuando estaba a punto de llegar al clímax, se burló y le sacó la polla de la boca, disparando esperma por toda su cara y sus tetas. Luego, riendo, la hizo lamer su eje antes de subirse la cremallera y regresar a la cabina del camión.

Después de unos minutos más, pude sentir a Víctor acelerando el ritmo de sus embestidas y, agarrando mis caderas, golpeó su polla tan profundamente como pudo y liberó una enorme carga de semen en mi coño. Siguió golpeando, mientras su esperma se escapaba alrededor de su polla y se derramaba en el suelo entre nuestras piernas. Me hizo girar y me puso ...

... de rodillas, metiendo su polla en mi boca para que la lamiera y la limpiara.

Después de que todos hubieron usado los arbustos para ir al baño, nos cargamos de nuevo y continuamos nuestro viaje. Paramos 3 veces más antes de llegar al punto de bajada. Cada vez Santiago escogía a una mujer diferente de la parte trasera del camión para una mamada o un polvo rápido.

Víctor me mantuvo desnuda en su regazo durante todo el viaje, acariciando mis pechos y pezones y haciéndome acariciar su polla fláccida durante todo el viaje. Cuando su polla se ponía dura durante el viaje, me pedía que le hiciera una mamada o que me colocara en su regazo para que su eje estuviera profundamente en mi coño. Él vino unas cuatro veces más durante el viaje, así que estuve acariciando, chupando, lamiendo y limpiando constantemente hasta que finalmente llegamos a La Presa.

Nos descargaron a todos en el punto de entrega y a mí y a la mitad de los demás nos llevaron a una casa en la ciudad donde podíamos quedarnos mientras buscábamos trabajo en San Diego o sus alrededores. La mayor parte del trabajo que probablemente encontraría sería ayuda doméstica... limpiando casas, cuidando niños, etc... Bueno, esa sería la siguiente etapa de mi viaje... y esa es otra historia. Además con estas tetotas mías me puedo vender en un rincon lla estoy acostumbrada A estar chupando verga para mover y comer