¡AL FIN LLEGÓ TAMARA! - Relatos Eróticos

¡AL FIN LLEGÓ TAMARA!

... mis huevos contra su cuerpo. Tami levantó las caderas todo lo posible. Comencé un lento bombeo. Ella suspiraba, gemía y reía.
-¡Toda adentro! ¡Nunca sentí el culo tan lleno! – Su sonrisa iba de oreja a oreja. - ¡Jajaja! Cuando Sole me mostró las fotos no lo podía creer. ¡Tenés un estilo único!
-¡Tu hermana es una alcahueta! ¡Le dije que no las mostrara!
-Hizo bien… ¡me dio más ganas! – Yo estaba quieto. Tami movía febrilmente las caderas. ¡Se cogía sola! - ¡Papito! ¡ME VIIIIENEEE!
	¡Acabada de órdago!
-Quedate quietita. Te la saco para chuparte conchita y culo… 
-¡Despacito! Quiero sentirte cuando salís… - No hacía falta que le dijera que se quedara quieta. Estaba fundida de tanta actividad.
	Se la saqué como ella quería. Me apretaba la pija como si me la agarrara con la mano.
-Dámela que te la limpio…
-Esperá que te chupo. – Me agaché hacia su concha. Lamí, besé y chupé todo lo posible. A pesar de su cansancio, instintivamente, Tami levantó las caderas, para apretarse contra mi boca. La dejé lo más “seca” posible. Me erguí y me acomodé sobre sus tetas, para una cubana. No estaba recuperada, pero se puso a pajearme, mientras me lamía el glande.
-Dani, tesoro, me gusta muchísimo… - Me miró ansiosa. - ¡Quiero tragarme tu lechita! ¡Sole me dijo qué es exquisita!
-¡Qué hermana alcahuetona! ¿No querés que te llene la concha o el culo?
-¡Si, claro! ¡Pero tenemos toda la noche!
-¿Y tu marido?
-Fue a la ciudad…, a un “cumpleaños” de un compañero. Así me dijo…, pero yo ...

... creo que se fue a coger con alguna loca que conoció por allí. ¡Me importa un carajo! Yo paso toda la noche con vos, es mucho más divertido. 
-¿Querés seguir cogiendo? – Tami asintió con la cabeza, sonriendo y con la pija en la boca. Sentí como la lengua acaricia el orificio de la uretra. Yo suspiré agitado. El momento crucial estaba llegando. Me sacudí hacia el fondo y los chorros salieron hacia su garganta. 
-¡Ahgahgahg! – Tami no puede evitar atorarse con la pija y el semen. Pero no dejaba de tragar. - ¡Aaaahhhh! ¡Casi me ahogo! ¡Guacho! ¡Me mataste! – Respiró hondo. - ¡Papito! ¡Qué rica es! ¡Jajaja! La alcahuetona de mi hermana me lo había dicho: “después que la probés, no podrás prescindir de ella…”
-Descansemos un poco. Luego te la meto…
-¡Si, dale! ¡Recuperate pronto! Yo siempre estoy a punto para sentirte adentro. 
-¿Sabés tesoro? Me asombré un poco cuando llegaste…, aunque no me diste demasiado tiempo para asombrarme…
-¿Por qué me colgué de vos? – Tami me llenó el rostro de besos.
-No, no. Es que… me pareció que no eras tan pequeña…, bueno…, tan bajita… petisita digo…
-¡Jajaja! ¡Me viste más alta en la farmacia!
-¡Claro! Parecías más alta…
-¡Jajaja! ¡Técnica especial!
-¿Estás con plataformas? – No sabía si se estaba burlando.
-¡Detrás del mostrador tengo una plataforma de 20 centímetros! ¡Por eso parezco más alta! Sino la pera me queda al nivel del mostrador…
-¡Jajaja! ¿Y lo hacés para que puedan relojear tus hermosas tetas?
-¡Eso solamente para vos! A ...