¡AL FIN LLEGÓ TAMARA!
Fecha: 11/12/2023,
Categorías:
Hetero
Tus Relatos
Autor: CARAMELO, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... momentos.
Las caricias y besos complementaron nuestras palabras. En eso estábamos, hasta que el sueño nos venció.
Cuando desperté, ella estaba besando mis pezones.
-¡Los tenés duritos, como yo!
-Bueno… ¡sigamos! - Me arrodillé, levanté sus piernas a mis hombros y, como seguía dura por las pastillitas, se la metí de nuevo, esta vez con ritmo rápido y constante. Aumenté la velocidad hasta lo más fuerte posible. Ella cerró los ojos y apretó los labios. Parece molestarle tanto fuerza y velocidad, pero se entregó sin protesta. ¡Estaba dispuesta a complacerme! Le metí un par de dedos en la vulva y el pulgar en el clítoris. Sus gemidos se hicieron más pronunciados junto con los míos. Sentía que me venía y ella también. Cuando estuve a punto, aparté sus piernas, me incliné sobre ella sin dejar de masturbarla. Solté suspiro y gemido junto con una sacudida de eyaculación, al tiempo que Tami se estremeció en el momento de su orgasmo. Se acomodó de costado para masturbarme y mamar. ¡Genialmnete exquisita! Ya que estaba a mano, le metí el anular y el mayor, para sobarle el punto G. Hicimos un 69 de costado. Tami gemía con absoluto placer. Yo también, aunque ella es mucho más explícida. Con mi pija en su boca, sin soltarla, agarró mi cabeza y la hundió en su concha. Su orgasmo inundó mi boca, una vez más.
-¡Quiero cabalgarte! – Sin dudar, me acomodé boca arriba y ella se montó. ¡De un saque la pija hasta el fondo! ¡Cabalgata feroz! Trataba de agarrarle las tetas. Su sacudida ...
... lo dificultaba, pero insistía. Al fin resolví atraerla hacia mí. Tal vez lo esperaba, pues no dudó ponerme sus tetas en la boca, cabalgando más despacio, suavemente. La acompañé con mis caderas. Tami apoyó una mano en la cama. Con la otra guiaba los pezones, uno y otro, hacia mis labios. Al tener mis manos libres, llevé mi izquierda hacia la concha. Metí dos dedos, y el pulgar a su clítoris. Puso los ojos en blanco, apretó los labios e hirguió la cabeza. El orgasmo fue inmediato.
-¡Aaaahhhh! ¡Dani…, papito! ¡Dios! ¡Por qué me hacés gozar tanto, ser tan feliz! – Llevó sus manos a mi rostro, me acariciaba…
-¡Dale, rápido! ¡Ponete sobre mi cara! ¡Quiero chupar los juguitos! – Saltó hacia mi boca.
Acuclillada, me puso la concha. Chupé y sorbí todo los posible. Tan húmeda, es sencillo meterle la lengua. Se movía para que mi lengua recorriera desde el ano al clítoris. Con mis manos amasaba las tetas. El placer es total. Pensé que sería lindo que se diera vuelta para que se inclinara hacia la pija.
-¡Uy! ¡Voy al baño! ¡Me hago pis!
-¡No! ¡No te vayás! ¡Haceme en la boca! - La tomé de las caderas.
-¿En la boca? ¡Ay, no aguanto! – No lo pudo evitar. De la hermosa conchita, que tenía apoyada en mis labios, empezó a manar exquisito orín, tibio y saladito. ¡Qué rico! - ¡Dani! ¿Estás loquito?
Yo no hablaba. No quería perderme una gota. Al final, estuvo meando como un minuto.
-¿Por qué loco? ¿Nunca lo hiciste? ¡Es exquisito! Lujuria y placer son sinónimos…, y tomar tu pis es ...