1. La pasarela


    Fecha: 16/11/2018, Categorías: Incesto Autor: Fuhror, Fuente: CuentoRelatos

    ... Entendiendo lo que deseaba, la tome por la cadera para poder volver a meter mi miembro en ella, una vez hecho, la tome del trasero para controlar mis penetraciones. Sin embargo, fue ella quien tomó la iniciativa, se mordió el labio y comenzó a moverse lentamente de arriba abajo sobre mi miembro. Disfrutando sus movimientos, bese encima de sus pechos y lamí su contorno, ella respondió abrazando mi cabeza y enredando sus dedos en mi nuca. Sintiendo que el orgasmo estaba cerca, decidí acabar de forma espectacular. Con cuidado la fui bajando poco a poco hasta que estuviera lo más horizontal posible y hasta donde sus brazos le permitían. En esta posición la moví hacía el frente y hacía atrás de forma rápida para que mis penetraciones fueran lo más profundas posibles. Ella desde luego se adaptó al ritmo y me ayudaba a que entrara más profundo.
    
    —Así…
    
    Echó la cabeza hacia atrás e hizo una “o” con sus labios, señal que estaba disfrutando de mis embestidas—, ya casi.
    
    Estando los dos así, acerque mi boca al espacio entre sus dos pechos y la besé con deseo. Aumenté mi velocidad para que nuestros cuerpos hicieran ruido. Mientras besaba sus pechos, ella volvió a jugar con mi cabello y acariciarlo. Finalmente me separó un poco para poder ver como sus pechos se movían de arriba abajo.
    
    —Sí, así me gusta amor —le digo entre cortado, sintiendo como el orgasmo me llegaba.
    
    —Mmm —respondió ella gimiendo.
    
    Con el último esfuerzo, aumente la fuerza y velocidad de mis ...
    ... embestidas. Esto hizo que ella comenzara a gritar y arqueara la espalda lo más que pudo.
    
    —¡Oh! ¡Amor! Ya no puedo… —gimió alto y un espasmo recorrió todo su cuerpo para al final gritar—. ¡Sí!
    
    Cuando llegó al orgasmo, me salí de ella para dejarla en el suelo ya que estuvo a punto de caerse. Mientras seguía retorciéndose, me masturbe rápidamente y segundos después termine yo también sobre sus pechos. El orgasmo había sido uno de los mejores que había tenido en mi vida.
    
    Caí en el suelo rendido y completamente agotado, pero feliz.
    
    —Eso estuvo increíble —dije alzando mi cabeza para mirarla, también tirada en el suelo.
    
    Ella cerró los ojos, suspiró e intentó regular su respiración. Luego sonrió y se rio.
    
    —Sí que lo fue —abrió los ojos y me miró—. Eres increíble.
    
    —Tú lo eres —contesté también intentando relajarme—, y tu cuerpo también.
    
    —No digas esas cosas —me dijo ella sonrojada, luego se arrastró hacía mí y rodeó mi cuello con su brazo—. Te extrañe tanto como no tienes idea.
    
    —Yo también, amor. Realmente lamento no haber estado para ti.
    
    Ella negó con la cabeza y sonrió.
    
    —Tranquilo. Realmente el que estuvieras aquí en mi cumpleaños basta.
    
    —¡Feliz cumpleaños!
    
    Nos besamos de nuevo y ella sonrió.
    
    —¿Y qué tal tu regalo?
    
    —¿Crees que puedas hacerme otra pasarela luego?
    
    Ella se rio.
    
    —Ya veré.
    
    Nos quedamos acostados en el suelo unos minutos más antes de que ella comentara que necesitaba bañarse, estaba cubierta de sudor y yo también. La ayude a ...