1. LAS TRES GRACIAS 2


    Fecha: 13/12/2023, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: CARAMELO, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    El sábado sería un día muy especial. ¡Todo para mí! A las 8 de la noche “tengo” que ir a su casa. Así me lo “ordenó”.
    Así que desde que se fue Tamara me mantuve totalmente célibe, ni en la obra, ni Ofelia, nada de nada, ni siquiera una paja, y eso que Tamara sigue en mi estómago y en mis bolas. ¡La abstinencia es total!
    En la obra todo normal. Si quedo vivo, mañana a la mañana iré a la capital y volveré el lunes de noche. Será así en bien de mi salud, sexual y en el resto. Y fui tal como lo planeado: sin planes, por las dudas…
    A las 20:00 estuve puntual. Fui caminando, no quería camioneta en la puerta toda la noche. Ese pueblo es tan especial hasta en eso. Todo el mundo cogía con todos…, con todas…, pero en privado. Nada de hacer bandera en público. Aunque todos supieran lo que pasa, nada de publicidad externa. La máxima privacidad. Solamente la Blanqueada era lo público, pero si algún forastero tiene apuro y no tiene casa. Todo lo demás queda entre paredes.
    Las chicas estaban totalmente preparadas y dispuestas, hasta Angelita me besó cariosamente. Fuimos a la sala, nos sentamos, cada una en un sillón. Yo en el de tres cuerpos. La nena a mi lado. Me sirvieron cerveza, todas con cerveza. Ángela un jugo. La nena parecía más encantada que la hermana y la mamá. Me acariciaba el brazo y la pierna de su lado. Ella las recogió sobre el sofá, mostrando, explícitamente, la hermosa conchita, y moviéndose para lucir el culito. 
    La mamá y la hermana con las piernas abiertas, ...
    ... mostrando sus depiladas conchas. Todos preparados. Yo con la pija al palo. La nena miraba sonriente. Sin duda mamá y Felisa la deben haber informado y preparado para lo que se venía. ¡Toda una maravilla! Luego de un par de cervezas y de hablar pavadas, sobre la obra, sobre mi estadía, sobre mi relación con la gente…, con las mujeres, del pueblo y de las otras, todo amable y divertido. La nena reía, no sé si sabía por qué, y se acurrucaba contra mí. Expliqué que no me quedé por las mujeres del pueblo, sino por el trabajo. Aunque sí, no me fui varios fines de semana para disfrutar de USTEDES – así les dije -, que dan todo para que yo me sienta feliz. Lo dije con toda alevosía, para que sepan lo importante que son para mí. A Mami y Felisa se les ensanchó el pecho… 
    Agregué que este sería el último fin de semana que me quedaría, por ellas, por supuesto, solamente por ellas.
    Luego de media hora, más o menos, mamá se levantó y vino hacia mí. Me dio un beso de lengua, ante la curiosa mirada de Ángela, y acariciándome el bulto, me pidió que fuéramos al dormitorio.
    -No demoremos más. – Me abrazó y me “levantó”.
    -¡Sí! Estoy con ganas. – Felisa se definió sin dudar.
    La nena seguía mirando sonriente. Se preguntaría ¿a mí cuando me toca?
    -¿Yo también? – Ángela estaba intrigada y ansiosa. 
    -En principio Felisa y yo. Ángela se quedará mirando la tele… - Carla parecía taxativa.
    -¿Porno? ¡Jajaja! – Entre en el tema directamente.
    -¡Jajaja! Dibujitos…
    -¿Y por qué no mira? Va aprendiendo…, ...
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