LAS TRES GRACIAS 2 - Relatos Eróticos

LAS TRES GRACIAS 2

... diferencia Carla y Felisa acabaron bastante rápido. ¡Falta poco! 
	Retozamos unos minutos. Carla mandó a Ángela a sentarse nuevamente. 
-Chicas, pónganse en cuatro en el borde. Vamos a los culitos…
-¡Ya mismo! – Felisa saltó y se colocó como dije. Carla también lo hizo, aunque más lentamente. Les puse el lubricante en el culo, me lo puse yo…
-¿Qué es eso Dani? – La nena se levantó y vino a mi lado. Curioseaba. 
-Es lubricante. Se pone en el culito, para que entre bien. – Le daba explicaciones con total amabilidad y ternura. Le mostré el pote. Le pasé un dedo por el brazo. – Fijate. Ahora se la meteré a mamita y a Felisa.
	Como ella estaba del lado de su hermana empecé por ella. Le apoyé el glande en el ano y apreté. Felisa ya lo tenía bastante dilatado. Supongo que anduvo unas cuantas horas antes con un plug, o estuvo culeando con alguien, al igual que la mamá. Les había pedido que con la nena lo hagan varios días antes. Ya veré si cumplimentaron mi solicitud.
	Ángela prácticamente tenía la cara entre mi pija y el culo de la hermana. Media pija adentro, entre suspiros y gemidos de Felisa, y la saqué un poquito, con la cabeza adentro. Los dedos de mi mano derecha estaban en el culo de la mamá. Mi mano izquierda sostenía el choto perforador. ¡Hasta el fondo! Se la sacudí con todo. Felisa gimió y clavó los dedos en las sábanas. La nena fue hacia la cabeza de la hermana.
-¿Duele Feli?
-¡No tesoro! ¡Es muy rico! – En realidad disimulaba un poco. Lo bueno viene ahora. ...

... Comencé suavemente el mete y saca. Con mis dedos en el culo de Carla hacía lo mismo. ¡Ahora sí, los gemidos y suspiros son de placer! Felisa también acompañaba mis movimientos. Yo miraba a la nena y sonreía. Ella me devolvía encantada la sonrisa. No tiene más comentarios ni preguntas. Luego de un par de minutos de bombeo, le hice señas para que mire. Se acercó nuevamente y observó muy interesada, como sacaba la pija del culo de la hermana. Me corrí hasta el culo de la mamá. Solo un par de pasos. El mismo procedimiento y el mismo interés de la nena. Ahora eran los dedos de mi mano izquierda los que estaban en el culo de Felisa. Entraron sin el menor problema. Cuando Ángela comprobó que la pija estaba totalmente metida en el culo de la madre, fue hacia su cara…
-Mamita… ¿te duele? – El tema del dolor le inquietaba.
-No amorcito, para nada. ¡Es muy lindo! La pija de Dani es maravillosa. ¡Ya vas a ver! – Mientras hablaba suspiraba y gemía. – Cuando te la meta te va a gustar tanto que no vas a querer que te la saque…
-¿Y vos por qué te quejás?
-No me quejo, mi amor. Gimo de placer, porque estoy muy feliz y contenta…
-Ah, qué lindo…
	Así estuvimos una media hora. La nena inquieta y anhelante. Miraba a una y miraba a otra. Su madre y su hermana eran las modelos y consejeras. Le van diciendo como ponerse, como dilatarse, como ser cariñosa… ¡un verdadero curso de cogidas para principiantes! ¡Es el momento! Bombeé ferozmente a Carla. ¡Inminente orgasmo! ¡Y así fue! Tomado con fuerza ...