1. LAS TRES GRACIAS 2


    Fecha: 13/12/2023, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: CARAMELO, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... lo probé. – La nena es entrenada por la hermana y la mamá. 
    Cuando la deje en seco, fui a su madre. No tardó demasiado. Ángela estaba entre las piernas de Felisa chupando. ¡Quiere empezar pronto! Yo me puse a chupar a la mamá. 
    -¡Papapaito sííí! ¡Metemela! – Carla está súper caliente. - ¡Quiero tu pija adentro!
    	¿Se habrá olvidado que tiene a sus hijas al lado? ¿Con las hijas al lado se calienta más? ¿O le importa un carajo?
    	No me hice rogar. No levanté sus piernas. Me incliné sobre ella y la fui metiendo, sin prolegómenos.
    -¡Aaaahhhh! ¡Sííí! – Se dirigió a su hijita. - Fijate, mi amor, lo lindo que entra. ¡Es de rico! – Por supuesto que la nena miraba atentamente. Supongo que, por los encantadores muslos de Ángela, chorrearían sus juguitos…
    -¡Me parece que me hice pis! – Es así nomás…, aunque no debe ser pis.
    	Comencé a bombear a la mamá. Como en el caso de Felisa, me acompañaba con sus caderas. Ángela seguía atenta a todos los movimientos de las dos mujeres. Como Carla estaba boca arriba, mientras yo se la enterraba, Felisa se levantó y se colocó de espaldas a mí sobre la cara de su madre. Mientras Carla chupaba a Felisa, yo lamía y besaba su espalda, tomando las tetas de la mamá. Varios minutos estuvimos en esa “tarea”. Ángela se subió a la cama. Se puso de rodillas junto a la mamá y miraba alternativamente, como me movía sobre Carla, y como esta lamía su hermana. Estaba extasiada.
    	¡Y llegaron los orgasmos! Los gritos, los gemidos, suspiros, acompañan los ...
    ... estremecimientos. ¡Y eso qué no veo los rostros!
    -¿Se hicieron pis? – La nena me miró azorada.
    -No tesoro. Eso se llama orgasmo. – Retiré una mano de la teta de la mamá y acaricié su rostro. - Ya lo tendrás vos. 
    -Si. ¡Es lindo! – Entusiasmada.
    -¡Riquísimo mi amor! - Mamita se manifestaba entre el flujo de su hija mayor.
    	Yo seguía sin acabar. Por todos los medios me reservaba para Ángela. Saqué la pija y me acosté boca arriba. ¡Todo el mástil erecto! La nena estiró su mano…
    -¡No mi amor! ¡Todavía no! - ¡Si me la llegaba a tocar me sería imposible contener la eyaculación! La recogió asustada. – No te asustés tesoro. Quiero que todo lo disfrutemos luego…
    	No hubo mayor indicación. Felisa se montó rápidamente.
    -¡Por la concha amorcito! – Quiero reservar los culos para la “lección” final. Carla se acuclilló sobre mi cara. Ángela siguió mirando.
    	Felisa comenzó su cabalgata. La acompañé con las caderas. Sostuve a Carla desde los glúteos, moviéndola de adelante hacia atrás. Mi lengua recorría las carnes de las diosas: desde el clítoris al ano, del ano al clítoris. ¡Magnífico! Al minuto, ella misma se ubicaba para las múltiples chupadas. No veía lo que hacía Ángela, pero supongo que “andaba por allí”. Ya descubrí que las hembras eran dueñas de múltiples orgasmos, por lo cual el momento de estar con la nena no se demoraría demasiado. Quiero cogérmela antes de la cena, así luego hay otra sesión. 
    	Efectivamente, mi pija, mis manos y mi lengua, surtieron efectos. Con muy poca ...
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