1. LAS TRES GRACIAS 3


    Fecha: 18/12/2023, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: CARAMELO, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... poquito la cabeza quedaba a la altura. Yo acariciaba su conchita, metiendo dedos y sobando el clítoris.
    -¡Me gusta mucho como lo hacés! – Ángela está entusiasmada.
    Estuvimos dos o tres minutos así, no más, para no tener demasiada ansiedad…, de mi parte digo. Se dio vuelta y se refregó contra mí.
    -Esperá, por el culito te lo meto luego…
    -Lo sé, Papi. Es que quería sentirte un poquito. Te sigo chupando.
    Se puso nuevamente parada ante mí, inclinándose un poquito, para metérsela todo lo posible en la boca, y siguió con la mamada y la paja. Yo con una mano en la conchita y la otra acariciando su cabecita.
    -Me gusta tanto tu pija papito. ¡Es riquísima! – Se la sacaba para hablar, bien alto.
    -Es lindo que te guste. A mí me gusta tu conchita. ¿Te gustó cuando te la chupé en la mesa?
    -¡Sííí! Mucho. Mami y Feli se murieron de envidia. ¡Jajaja!
    -Y…, a ellas no es fácil levantarlas…
    -¡Jajaja! Seguro.
    
    Se acuclilló entre mis piernas para ponerse los huevos en la boca. Un par de minutos, luego se sentó en el borde de la cama, abrió las piernas y se recostó. Estaba esperando… Ahora sí me tuve que arrodillar. Metí la lengua hasta el fondo. Con una mano sobaba el clítoris.
    -¡Me viene un “orgasmo”! ¿Ves cómo ahora sé? ¡Con vos aprendo rápido! ¡Jajaja!
    Seguí hasta su tercer orgasmo. Mi cara estaba inundada. Por suerte sus flujos no me dan acidez.
    -Acostate papi, que te monto… - Eso me gusta. Toma decisiones. Hice lo que me pidió y se montó. Dirigió la pija a la conchita. Se fue ...
    ... sentando despacito. - Ahora no me duele nada, ni siquiera me molesta. Es lindo sentir como entrás. 
    Llegó hasta el fondo. Increíble. ¡Qué tremenda capacidad de pija! Sentía su cérvix y útero. Le encanta empujarse contra mí. Levanta los pies de la cama para sostenerse únicamente con mi pija. ¡Es una diosa esta nena!
    Se apoya las manos en mis muslos para saltar. Reía de oreja a oreja. 
    -¡Jajaja! ¡Es riquísimo! – Tengo para mí que sus exclamaciones son para que su madre y hermana escuchen. 
    Le acaricio el clítoris. Un nuevo orgasmo entre sus gemidos, lo suficientemente fuerte. Cuando noté su cansancio la tomé de las caderas para ayudar en su cabalgata. Había apoyado nuevamente sus pies en la cama. Luego de un par de orgasmos, la hice girar para ir motivándome con su culito, chiquito, pero como un perfecto duraznito. Ángela seguía entusiasmada con la cabalgata…, y a los gritos. Supongo que no pensarían que la estoy matando…, por que gritaba dos por tres “¡qué rico! ¡qué rico! ¡dame más! ¡mucho más!” Supongo que Carla y Felisa estarían envidiando. ¡Era lo que ella quería!
    -¿Hacemos un 69 papito? - Era medio incómodo para mí, pues me tenía que “encoger”, valga la expresión, para poder estar con su concha en la boca…, pero vale el sacrificio.
    	De alguna manera era un “descanso” para ella, más que para mí. Como sé lo que le gusta, no me privé de meterle un par de dedos en el culo mientras chupaba delicadamente su hermosísima conchita, sin un solo pelito. ¡Sus juguitos dulces y ...
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