LAS TRES GRACIAS 3 - Relatos Eróticos

LAS TRES GRACIAS 3

... espejito, más o menos 17 o 18 centímetros de diámetro. Traté de ubicarlo de acuerdo a sus indicaciones. Quedamos de lateral al ropero. Nos veíamos perfectamente de costado, aunque la penetración… no se veía muy bien. Según la nena, podía ver la cabeza de la pija sobre el ano…
-¡Dale así! ¡Entrá! – Traté de empujar, tomándola de la cintura con una mano. Ella aguantaba bastante bien. – Estuve con el plug en el agujerito, toda la semana… ¡Aguanto!
	¡Si! Ante mi sorpresa, no fue tan difícil. El glande penetró con bastante facilidad. ¡He tenido cosas peores!
-¡Si! ¡La veo como entra! ¡Es divino! ¡Aaaggghhh! – Además le quedaban fuerzas para gritar. ¡Única!
	Dejé el espejo y me dediqué a su culo. La tomé con ambas manos de la cintura, y fui penetrando, despacito. 
-Si te duele o molesta, tesoro, me decís, por favor.
-¡No! ¡Nada! ¡Me gusta! Eso…, despacito, me gusta, te siento muy bien…  
	Andaba por la mitad, y la saqué despacito, y volví a entrar, salir…, entrar…, embistiendo sin forzar demasiado, pero cada vez más adentro… Ella con su estilo… ¡a los gritos y acompañando con el movimiento de caderas! Es lo que ve hacer a su mami y a su hermana.
-¡Así! ¡Así! ¡Más fuerte! ¡Dame con todo papito! ¡Hasta el fondo! – Por supuesto que no le hacía caso. ¡Si todo fuera así la hubiera lastimado!
-Calmate, tesoro. Todo va bien. ¡No quiero hacerte daño! – No dejaba de acariciarla. Me incliné sobre su espalda para besar y acariciar. La erguí, apoyando mis manos sobre los pezoncitos y ...

... apretándola contra mí, y besé el cuello y los lóbulos. – ¡Sos tan hermosa! 
	Estrellaba la pija en el fondo, golpeando sus nalgas contra mi pubis. Los testículos golpeaban el perineo y la conchita. ¡Le daba y le daba! Angelita reculaba y reculaba, bien pegada contra mí.
-¡Ay Dios, diosito! ¡Qué lindo es esto! ¡Me siento tan mujer! – Gira la cabeza y busca mi boca. Hago mi parte para besarnos. Las lenguas en erótico combate. ¡Todo con ella es erotismo y sexo! ¡Más que la mamá y la hermana! En un par de años será la mina más deseada de la región. 
	No sé cuánto tiempo la estuve bombeando, mientras la nena no paraba de orgasmear, uno tras otro. ¡Imparable! Empecé a sentir las palpitaciones de pronta eyaculación de mi parte…
-¡Nena! ¡Abrí la boquita tesoro! – Se la saqué de golpe, la giré y recosté sobre la cama. Yo estaba al instante arrodillado, con su cuerpito entre mis piernas. Ella, con la boquita abierta y la lengüita afuera. Lancé chorro tras chorro, cinco o seis… ¡Ahora me tocaba a mí gemir a los gritos!
-¡Aaahh! ¡Aaahh! ¡Aaahh! ¡Nena! ¡Qué hermosa tu boquita! - Miraba sus hermosos ojos, gozando y sonriendo de placer… Yo temblaba en cada chorro. Sus manitas apretaban mis muslos mientras tragaba… - ¡Qué lindo que tragás preciosa!
-¡Sííí! ¡Es riquísima, como dijo mamita! – Le di el gusto a lo que su boquita pedía. No solamente en esto. También me agaché para besarla. Nos repartimos el sabor del semen. Pero busqué el postre. Fui a la conchita y chupé todo lo que había… ...