Con Ernesto en el pueblo - Relatos Eróticos

Con Ernesto en el pueblo

... cama, notando cada centímetro de su cuerpo sobre el mío. Sus piernas enroscadas con las mías, su pollón palpitante encajado entre mis nalguitas, su pecho contra mi espalda y su aliento en mi nuca.

- "Dime peque... y ellos se vuelven locos con tu culito, no ?" me dijo al oído mientras empezaba a moverse sobre mí, masturbándose contra mi culito y mojándomelo con las babas de su polla.
- "Si primo... a veces me meten mano y me hacen señas para que los siga al baño... mmmm"
- "Y tú seguro que les sigues deseando comerte sus rabos.. cierto nene ?"
- "Si primo... yo me pongo demasiado calentito... UFFF !"
- "Cuando estas así... seguro que te dejas follar por cualquier semental ... eh, putito!", me dijo agarrándome del pelo y tirando de mi cabeza hacia atrás.
- "Ummm... siii... me dejaría montar por cualquier macho, primo..."

En ese momento me giró la cabeza aún más hacia arriba y hacia él, y empezó a morrearme con mucho vicio y pasión. Metía su lengua completamente dentro de mi boca, llenándome con su calor y su saliva al mismo tiempo que con su cadera empujaba contra mi culito, como si quisiese clavarme contra el colchón.
- "Dime nene, alguna vez probaste un rabo como el mío ?"
- "No primo.. tan gordo no."
- "Jajaja... mejor nene... entonces aún tendras el culito apretadito para mí."

En ese instante sentí su mano empezar a acariciarme la rajita y cómo llevaba todo el precum que tenía sobre mis nalgas hacia la entrada de mi culo, lubricándome y preparándome par la ...

... follada que me iba a dar. Con uno de sus dedos empezó a presionar y abrirme el culito, luego dos... mientras yo no paraba de gemir y de moverme como si estuviese en celo.
- "UFFF... Ernesto ... ahh... "
- "Qué pasa nene ?... Estas muy calentito..."
- "Sí Ernesto... no sabes las veces que me toqué pensando en tí, primo."
- "Ah sí ? Te tocas pensando en mi polla... nene ?"
- "Sí primo.. pensando en que me follas como un animal..."

Sin mediar palabra colocó su pollón a la entrada de mi culo y empujó hasta meter la cabeza, dejándome sin aliento de lo gorda que la tenía.
- "Vamos peque... aguanta que vas a ver lo que es que te folle un buen macho."
- "Es que es demasiado gorda  primo.. menudo pollón joder "
- "Chssst... calla y relaja el culito, nene... que voy a clavártela entera zorrita !"
- "Sí primo... dame polla por favor !"
- "Eso es... pídeme polla putita... que lo estás deseando."
- "Síiii... fóllame porfa.... fóllame amor !"

Ernesto siguió metiendo su rabo hasta dejarme clavado contra el colchón, lo sentía bien dentro de mí, muy duro y caliente, palpitando y preparado para descargar todo su semen, preñando como si fuese su putita. Una vez que estaba toda dentro, empezó a mover sus caderas suavemente, abriéndome poco a poco y dejándome disfrutar de tener a un macho así dentro mío. Empezó a susurrarme al oído lo cerdo que le ponía ver mi culito, las pajas que se hacía en la ducha pensando en que me empotraba contra la pared, lo mucho que le gustaba follarse ...