EMPRESA DE FESTEJO 2 - Relatos Eróticos

EMPRESA DE FESTEJO 2

... cinco o seis chorros. Ana Laura tragó al final, con la mejor sonrisa… Se estremeció.
-¡Síííí! ¡Es riquísimo! ¡Nunca probé nada tan rico! ¡Las chicas tienen razón! – Se la sacó y lamió para limpiar. Quedo brillosa. - ¡Mi amor! Tenemos la tarde y la noche. No tenés ningún apuro…
-¡Dios! ¡Me gustó muchísimo! ¡No pude contenerme! ¡Tanto placer! – En verdad, la mamada fue genial. - Lo sabrás…, mamita… A esta altura de la vida, hay que recurrir a las pastillitas…
-Sí, por cierto, no hay problema… Para nosotras no hay problema, ¡abrís las gambas… y listo! 
-¡O te separás los glúteos! ¡Jajaja! – Nos encontramos en nuestras lenguas. Saboreaba mi propio semen. Nada desagradable… - ¿Vos te vez cuando caminás?
-¿Cómo me voy a ver? ¡No tengo ojos en el culo!
-¡Justamente! Cuando saliste para hablar por teléfono te vi de espaldas. ¡El cacheteo es maravilloso! – Nos levantamos para acostarnos.
-¿Lo qué?
-¡Cómo se aplauden los glúteos cuándo caminás! ¡Dan ganas de mordértelos! 
-¡Estás loco!
-¡Date vuelta! ¡Un poquito! ¡Mordisquitos nomás! – La giré sobre la cama, sin oposisición. Los acaricié y besé, lamí y chupetié. Me acosté boca abajo, a su costado. Con suavidad le di pequeños mordisquitos, solamente para que sienta un poquito los dientes.
-¡Ay papito! ¡Es lindo eso! – Me acaricia la cabeza.
	Me fijé con toda atención en ese culo. ¡Algo fenomenal! 
-Separate los cachetes, tesoro. ¡Son maravillosos! – Ana Laura lo hizo sin dudar. El exquisito asterisco se manifiesta como un ...

... sol rosado.
	Fui con la lengua hacia allí. Besé y lamí. Hice presión. Entró sin dificultad. Sin duda, su uso es frecuente. La magnífica hembra es propensa a disfrutar con el culo. Sus gemidos de gozo lo verifican. Ensalivé el orto con complacencia de su parte. Con una de mis manos embarduné mi glande con los fluidos que expulsaba. Repté sobre ella, besando y lamiendo su espalda. Ella continuaba gimiendo y suspirando. De tal manera llegué con la pija entre sus glúteos, apoyándome sobre el hoyo. Presioné sosteniéndome con mis brazos a su costado. ¡La clavé de una! ¡Hasta las tripas sin problemas!
-¡Ay! ¡Dios! ¡Cómo la enterraste loco! – Una belleza. Mi pija sentía el terciopelo de su recto. Afuera-adentro… - ¡Papito! ¡Sos el placer total! ¡Dejame acomodar mejor!
	Me sostuve para que ella levantara el culo. Quedó de rodillas. Ahora sí. Me encaballé sobre las caderas. ¡El mete y saca es total! Volví a mi técnica zalamera… Besos y lamidas sobre la espalda. Las tomé de las tetas y me mantuve de esa manera. ¡Plof! ¡Plof! ¡Plof! Mi pelvis golpea contra los glúteos. Los huevos contra el perineo y la concha… Varios minutos estuvimos así. ¡Esta hembra es de lo mejor que cogí nunca! Conozco un montón de hermosos culos, pero este es de lo mejor. Mis muslos encajan perfectamente sobre sus caderas.
-¡Dios, diosito! ¡Me vengo! ¡Me vengooooo! – Ana Laura acabó sin ninguna mano que estuviera sobre su concha. - ¡Papito! ¡Sos tremendo! ¡No te esperaba tan pronto en mi culo! ¡Placer imprevisto ...