EMPRESA DE FESTEJO 2 - Relatos Eróticos

EMPRESA DE FESTEJO 2

... y maravilloso!
	Estuvimos un buen rato con el meta y ponga. Ella aguantando firme y segura. Al final, el primero en cansarse fui yo. Se la saqué despacito y me acosté a su lado. Anita me imitó. Giró y nos besamos. 
	Yo seguía al palo gracias a las pildoritas que me tomé cuando ella fue al baño. Ana Laura me la acariciaba… muy suavemente.
-Tesoro, te juro, ¡Qué lindo qué la estoy pasando! Tu amiga Dalia tiene razón: ¡cogés como los dioses! ¡Con razón la nena está tan entusiamada! ¡Y la abuela también! – Ana intensiva sus caricias y besos. - ¿Te la chupo un poquito? 
-Todo lo que quieras mi amor… - Se colocó de rodillas, con la boquita sobre la pija. El culo quedó nuevamente a mi alcance. Lo acaricio en toda su superficie. Puro terciopelo. 
	Unos minutos de mamada y volvió a mi lado.
-Veo que no te privás de nada. ¿Te gustan las nenas?
-No especialmente. Lo que hice fue a pedido de las mamás…
-¿Te lo pidieron las madres? – Ana Laura estaba sorprendida.
-Si, es la onda del pueblo. Tiene su razón. Las madres no quieren que algún grandote se cojan a sus hijas sin cuidado y las lastimen. Quieren que sean desvirgadas con cuidado y cariño. Luego de ser…, bueno…, de coger conmigo, consideran que soy lo suficientemente suave y cariñoso como para pensar que lo puedo hacer con sus hijas… Me lo preguntan, por supuesto…, y me lo piden.
-Y vos… ¡ni en pedo te negás! ¡Jajaja!
-No me voy de privar de “hacer el bien…”
-¡Caradura!
-En serio… Por cada dos a tres tipos que vienen de ...

... la ciudad durante la semana, con el propósito de cogerse a las nenas, tienen comida para todo el mes. ¡Pagan un montón!
-¿Y las nenas se tienen que bancar a cualquiera?
-No, no. Para nada. A las nenas les tienen que gustar, ser simpáticos y amables. Si ellas no quieren…, chau, no hay trato y se tiene que ir, al toque. Todos están avisados de que así es la cosa. Si las hijas aceptan, las mamás están presentes, para que no haya sorpresas…, ni malos tratos. Y…, bueno…, además los tipos tienen la opción de cogerse a las madres…
-¡Jajaja! ¡Un pueblo con todo! ¡Servicio completo! – Ana Laura está entusiasmada con la onda “popular”. – Nosotros… ¿podemos seguir?
-Sin duda… - Se acostó boca arriba. Si pensó en un misionero le cambié el libreto.
Levanté sus piernas y la besé profusamente, ano y concha. Saliva, lengua, besos. Estaba inundada de jugos. Le acaricié los labios mayores con el glande, los abrí, y fui desde el clítoris al perineo. Varias veces. Ana Laura me miraba sonriente y ansiosa. Apunté a la vulva y fui hacia dentro. Es exitante como me atenaza. Lo sabe hacer muy bien. Le llevé las piernas a sus tetas. Las tomó de los tobillos. Mis manos quedaron libres para amazarlas. 
Todavía me falta un poco para volver a eyacular, pero eso no me impide bombear como Dios manda. Como diez minutos en la tarea. Anita se masturba sin cesar. ¡Un orgasmo tras otro! 
Con tantos fluidos la penetración en el culo sería de órdago, sin intermitencias. Allí fui. Nuevo bombeo. Ana Laura es ...