1. Dos chicos inexpertos


    Fecha: 18/01/2024, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Rafael, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... constantes intromisiones de los demás muchachos me hizo desistir de mi idea. Sin embargo, Mario no pudo evitar mirar mi cuerpo, así que de alguna manera el esfuerzo no fue vano.
    
    En otra ocasión, al salir del trabajo, pasamos primero por la casa de Mario, en cual me pidió lo esperara un rato para darse un baño rápido para después acompañarme a mi casa. Así sucedió y mientras hacíamos el recorrido de la casa de Mario a la mía, las bromas sexuales comenzaron y empezó a haber un juego entre ambos. Mario me tomaba de la cintura y me acariciaba el trasero como si se tratara de una chica. Yo me quitaba para no evidenciarme ante él. Luego Mario me tomaba la mano para llevársela hasta su entrepierna, y de igual forma yo la quitaba. Parecía ser solo un juego de jóvenes, pero la verdad es que eso aumentó la atracción sexual entre nosotros. Realmente disfrutaba caminar al lado de Mario, a pesar de no ser guapo. Mario era muy viril y me transmitía un sentimiento de protección. Sentía en su interior que Mario podría ser ese macho protector que cuidara de mí y me llenara de besos y caricias. Caminar juntos de casa de Mario a la mía se volvió algo recurrente, jugar, caminar entre el campo. Y los coqueteos se volvieron parte de la rutina casi diaria.
    
    Un viernes por la noche, yo sabía que mi familia estaría fuera todo el fin de semana. Era la ocasión perfecta para intentar algo con Mario. Mientras caminábamos entre el campo, me dejaba abrazar por Mario, no luchaba para quitarlo como en ...
    ... otras ocasiones. Los coqueteos fueron en aumento y cuando Mario tocó mis nalgas, me lanzé con todo diciendo :
    - "Que ricas manos !..."
    - "Espera... Enrique, es solo un juego !"
    - "Ya te dio miedo ?"
    - "Nos van a ver..."
    - "Está oscuro, no pasa nada. Abrázame !"
    Mario me abrazó, y casi de forma instintiva me tomó por la cintura y sus manos fueron hasta mis nalgas. Levanté mi mirada dulcemente para buscar la de Mario, quien nervioso se agachó un poco para darme su primer beso de pasión.
    - "A mí, lo sabes Enrique, me gustan las mujeres...", comentó.
    - "A mi también, pero tu me atraes..."
    - "Es que... no sé... esto es muy raro."
    - "Yo sé Mario que quieres coger... Qué tal si me coges ?"
    Y dicho esto me dio otro beso apasionado.
    
    Con Mario nos apartamos un poco del camino adentrándonos en el espeso campo. Mario se recargó en un árbol y yo comencé a tocarle la verga por encima del pantalón. Su pene estaba duro y se sentía muy grande. Era normal ya que Mario era un joven atlético y fuerte. Desabroché su pantalón y lo bajé hasta sus rodillas. La verga de Mario saltó y quedó a merced de mi boca. Sin pensarlo la tomé con una mano y comencé a masturbarla con maestría. Era mi sueño, mi fantasía cumplida. Por fin sería la puta de Mario ! Me metía a la boca el pedazo de carne de mi amigo, quien por la calentura y la inexperiencia no tardó en venirse en el piso. Mi compañero se subió el pantalón y continuamos la caminata casi sin decir palabra. No había mucho que decir : ambos ...