FAMILIA QUERENDONA - Relatos Eróticos

FAMILIA QUERENDONA

... vino todo el tema de si es posible qué a uno o una, le guste las dos cosas, con el mismo sexo o con el otro. Y bueno, cuando me dijo que le gustaban las chicas, y también algunos chicos, le dije que probara. Probó y le gustó. Fue cuando lo induje a cogerme a mí… ¡y también le gustó! Así fue. Ya para los 15 era totalmente bi…, y siguió así, un poco a los tumbos…, hasta que conoció a esta chica hace cosa de un año. Que tiene los mismos gustos…, y así lo hacen sin problemas, con otras chicas y chicos. Yo lo hice con ellos varias veces. ¿Qué tal, eh? ¿Querés compartir?
-Si vos lo hacés, yo también…
-¡Bravo! Los llamo.
-¿Ahora? – Me sorprendió.
-Claro sonso. ¡Los tengo esperando! Sabía que no te ibas a negar… ¡Jajaja! – Se levantó y fue hacia la puerta de la habitación. - ¡Chicos, vengan! 
	
¡Ahora entiendo el porqué de semejante cama! Sin duda Ana Laura siempre me gana de mano. Su decisión e imaginación sexual es inagotable.
Sandro, el hijo de Ana Laura, un lindo chico, rubión, de buen cuerpo, sólo tiene un pequeño bóxer. La novia, una morocha bellísima, una mínima tanga, cuyo triangulito apenas cubre los labios mayores. ¡Una hermosa pareja! Apenas algo más de 20. Se acercaron a mí, sonrientes y amables. 
La chica buscó mis labios sin dudar y me besó suavemente, abrazándome contra su pecho, dos hermosos y duros conos con erectos y tremendos pezones amarronados. Y Sandro me abrazó al tiempo de su novia, o sea que estuvimos los tres abrazados al unísono, mientras la mamá, ...

... totalmente desnuda, igual que yo, miraba sonriente.
-Dani, mami te adora y nos dijo tantas cosas lindas de vos que no pudimos mostrarnos indiferentes. – Ante el provocativo roce de su novia, la pija estaba al palo nuevamente. ¡La cosa se está poniendo buena! - ¡Sos el rey del placer, el goce y la felicidad, según ella! ¡Jamás habla así de un hombre!
-Queremos probar algo tan bueno… - La nena sintió mi palo contra su pierna. Me lo tomó con la mano y me besó nuevamente.
-Te contó mamita, ¿no?
-Sí, claro…
-¿Te gustaría? – Sandro también llevó la mano hacia mi pija. Él también estaba al palo. 
-Si, por supuesto. Lo acepté. 
-Chicos ¿hacemos un trencito? ¿Qué les parece? – Ana Laura siempre la primera.
-Sí, claro, pero a Dani yo también lo quiero adentro ¡jajaja! – Candela me la sacudió con ganas.
-¡Habrá para todos… y todas! – Anita está atenta.

La cama es suficientemente grande para bancarnos a todos. Me acosté boca arriba. Sandro y Candela se acomodaron a mi lado. El chico no tardó nada para inclinarse sobre la pija e introducirla en su boca.
-¡Esperá, esperá! ¡Dejame un poquito a mí! ¡No seas tan goloso! – Candela quiere lo suyo. Me la “untó” de besos, chupadas y lamidas.
-Tesoro, no te preocupés. ¡La tendrás para vos! Ponete sobre mi cara… - Estiré el brazo y acaricié uno de sus glúteos mientras lamía.
-¡Si, claro! – En un segundo está acuclillada sobre mi boca. Mi lengua encontró pronto la sabrosa cuevita. Aunque no veía claramente, percibí unos hermosos labios ...