1. VECINAS COMPLACIENTES


    Fecha: 27/01/2024, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: CARAMELO, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... desvirgador, que hace que las nenas puedan trabajar muy pronto, por muy buena guita.
    -En este pueblo, dónde no hay mucho trabajo, eso es importante. - ¡Verónica opinó sobre las palabras de su hija!
    -Es seguro. Ángela, Claudia, Karina…, todas ellas ganan más que las mamás. Con dos o tres tipos de la ciudad por semana, sacan más que las madres por mes. – Sofía aclaraba. Ambas sonreían. – Vos sabés…, y las mamás… alientan tu participación… por propio interés… ¡Jajaja! 
    	Ahora rieron ambas.
    -Mi vecina quiere que su hija haga lo mismo. – La que habló fue Verónica. - El marido se fue a la mierda hace dos años. Necesita guita. 
    -Si Dani. Vos le solucionaría el problema. - ¡Una apretada por dos mujeres! ¡Es grave!
    	En ese tono siguió la conversación. Ambas están de acuerdo en que tengo que “ayudar”. Las mujeres de este pueblo pueden ser cualquier cosa, pero sobre todo son solidarias entre ellas.
    -Lo mejor que puedas hacer es “visitarlas…” – Sofi estiró su pierna, y sentí el pie en el bulto…, que había seguido duro…, por las tetas de la madre, y por la posibilidad que se desprendía de la conversación. - ¿No te parece?
    	La sonrisa de ambas no desaparecía. ¡Ambas lo habían tramado! ¿A cambio de qué? ¿Ellas quedarían afuera?
    -Pero… ahora no, no puedo. Tengo que hablar antes con… Aprilia… ¡Por lo menos!
    -Por supuesto. Te la haremos fácil…
    -¡Jajaja! ¡Me la puedo arreglar!
    -¡Sin la menor duda! – Verónica estaba totalmente de acuerdo. ¡Es parte del jueguito!
    -Está bien, lo ...
    ... haré…, porque ustedes me lo piden…
    -¡Jajaja! ¡No será ningún sacrificio para vos! – Sofía seguía sobándome el bulto con el pie. 
    	Así seguimos una hora más. En un momento decidí irme. Quería dormir tranquilo. 
    -No, no. Espere Dani. Tenemos helado. Lo voy a buscar…
    	Cuando Verónica se levantó, Sofi se inclinó sobre la mesa, hacia mí. Sus tetas siempre fueron interesantes. 
    -Papito…, quédate a dormir conmigo… Un ratito. – Me habla con su voz más sensual. – Te dejaré dormir. A la mañana vamos juntos a la obra.
    -¿Y tu mamá?
    -Ningún problema. Le dije que trataría que te quedes…
    -¿Para acostarme con vos? – Lo dije con ironía.
    -Está muy feliz que… te acuestes conmigo. ¡Le gusta mucho! Mi amor…, un polvito y nada más… ¡Te lo juro! – La posibilidad me gustó. Estaba suficientemente caliente por la madre…, que no tendría ningún problema en cogerme a la hija. ¡Si me iba, tendría que hacerme la paja!
    -Está bien… - En eso vuelve Verónica con los helados y unos recipientes adecuados. ¡Demoró justo lo necesario para que Sofía me “convenza…”!
    -Mami…, Dani se queda a dormir…
    -¡Fantástico! ¡Me parece genial!
    	Luego de una no muy larga sobremesa, hablando de las experiencias sexuales que se daban en el pueblo, y los forasteros que se sentían atraídos por sus “características”. Ellas también tenían lo suyo. Lo que más lamentaba Verónica y, en general, las mujeres maduras, o más o menos, es que solo venían veteranos, y los jóvenes del pueblo estaban todos en la ciudad, estudiando o ...
«1...345...8»