1. MÁS COMPLACIENTES


    Fecha: 04/02/2024, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: CARAMELO, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    En un principio yo había pensado irme a lo de Sofía, a eso de las 3 de la madrugada, pero me pareció que no era apropiado que lo hiciera apenas de acabar con madre e hija. Sería una flagrante descortesía, así que decidí dormir con las chicas hasta que amaneciera. Ellas estaban muy contentas y cariñosas y yo tremendamente cansado. ¡Así qué ha dormir! Eso hice. Ni cuenta me di que hicieron ellas. Cuando amaneció, con la luz del día me desperté y ambas estaban durmiendo a mi lado. 
    Me levanté y fui al baño. Me bañé y me higienicé lo mejor posible. No quería ir a la obra con olor a sexo…
    Hasta que de pronto me acordé que era sábado y no tendría que ir en esta oportunidad. Me dedicaría a Sofi y a su madre. Ya estaba lo suficientemente fresco. Cuando volví al dormitorio, ambas estaban despiertas, esperando…
    -¿Te vas? – Aprilia está algo tristona. - ¿Podemos tener un polvito?
    -Y…, le prometí a Sofi ir a “conformar” a su mamá. No le quiero fallar. 
    -¿Ni un cachito con nosotras? – Aprilia insiste.
    -Ahora no chicas. No puedo, pero les prometo que mañana vengo. No voy a la capital, para quedarme con ustedes…
    -Gracias papito… - Celina es comprensible. Ambas se lanzaron sobre mí, a besar y lamer, piel y labios, culo y pija. ¡Tratan de aflojarme! Tuve que apartarlas suavemente.
    -No me hagan quedar mal, por favor, así Sofi está contenta y no se arrepiente de haberme dicho que venga con ustedes. No le pueden hacer eso. Esta mal.
    -Tenés razón, es mejor así. – Aprilia, ...
    ... inteligentemente comprendió la situación.
     	Me vestí y me despedí con besos, abrazos y caricias. Estaban tan desnudas como en la noche. ¡Fue una delicia!
    
    	Llamé a la vecina. Serían siete y media. Sofía no tardó en abrir.
    -¡Qué suerte tesoro! Es buena hora… Mamá sigue durmiendo. 
    -Está bien. Espero que todo sea para bien. 
    -¿Querés tomar un cafecito? Lo tengo listo, te estaba esperando.
    -Un poquito…
    -Te podés tomar las pastillitas ¡jajaja!
    -Sí, por cierto. Te tendré bien colgada.
    -¿Colgada?
    -Bueno…, verás… 
    Tomamos el café…, junto con las pastillitas. 
    Sofi levantó el camisolín y se sentó sobre mis piernas. Sobre mi ingle sentí sus glúteos. Le pija comenzó a erguirse.
    -Te siento, papito, ya te estoy deseando.
    -¡Bárbaro! - La hice levantar. 
    La senté sobre la mesa, me bajé los pantalones, que era lo que me quedaba bajo la cintura, dado que cuando me vestí en lo de Aprilia no me había puesto el bóxer… Cuando la tuve bien adentro, la levanté tomándole los glúteos. Sofi abrazó mi cuello. Así como estaba, contra mí, ensartada, bien clavada y feliz, fui llevándola hacia el dormitorio, besándonos, con sus hermosas tetas contra mi pecho.
    Bajo un muy etéreo y liviano camisolín, Sofi solamente tenía puesto perfume. Sabía quién había llamado, por eso fue hacia la puerta con esa “ropa”. No tardó nada en completar mi desnudés.
    -¿Estás bien papito? ¿Tenés ganas? ¿O las vecinas te dejaron vacío?
    -¡Vos no sos rechazable en ningún momento! Tu conchita y culo siempre llaman: “¡vení, ...
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