Relatos eróticos iniciando a mi esposa 12 - Relatos Eróticos

Relatos eróticos iniciando a mi esposa 12

... nuestras vergas y alternando con cada uno de nosotros.
Luego las tuvimos calatas con las piernas hacia arriba metiendo nuestras lenguas también alternando con ellas.

En posición de misionero yo tenía a mi hija preparada, lo mismo que Percy tenía a mi mujer, hasta que de golpe se lo enterramos iniciando nuestros movimientos salvajes, dándonos miradas entre nosotros hasta que las llenamos de leche para descansar y tomar unas cervezas bromeando entre nosotros.
A la hora nuevamente con nuestras vergas paradas las teníamos boca abajo y de golpe se la volvimos a clavar de un sólo golpe, escuchando sus gritos y nos movimos como locos y al rato le llenaba el culo a mi hija de leche lo mismo que Percy hacía con mi mujer.

Volvimos a descansar entre tragos y bromas y a la hora con nuestras vergas paradas le hicimos gozar con un sánguche,  primero a mi mujer y luego a mi hija que entre gritos recibís toda nuestra leche dentro de ella.

Descansamos con los comentarios, más que nada de mi hija por su nueva experiencia y con tragos y risas descansamos una hora, en que preparamos a mi mujer para el sánguche, pero ella ...

... prefirió que se lo hagamos a su hija, pero ahora con el cambio de macho por cada uno de sus huecos.

Todos de acuerdo yo me tendí en la cama con mi verga bien parada y mi hija se sentó encima, pero dándome su espalda clavándosela por atrás con algo de dificultad, hasta que se empaló muy bien y abriendo las piernas Percy de la clavó por la chucha haciéndola gritar y luego jadear empujando cada uno con fuerza sintiendo mucho placer hasta que le llenamos su chucha y su culo de leche.

En el descanso Mary entre tragos dijo que sintió clarito las 2 vergas muy dentro de ella y que rozaban entre si y fué muy delicioso, dándonos un beso de boca a mi y a su marido.

Descansamos quedándonos dormidos y nos despertamos sobresaltados por la caída de la cama de Percy, que después de ver qué fué sin consecuencias nos echamos a reír, para después seguir durmiendo, despertando al Medio día del domingo, alistandonos para almorzar afuera y el tema principal, aparte de la bonita noche fué, que había que dejar un sólo dormitorio para los cuatro con una cama más grande. Cómo todos estuvimos de acuerdo se quedó hacerlo a partir del día lunes.