VAMOS AL CAMPITO - Relatos Eróticos

VAMOS AL CAMPITO

... Mientras besaba, lamía y chupaba, con las manos me desabrochó la camisola. Desnudos ambos, la acosté sobre mí, con sus tetas en mi rostro. Chupé, besé y lamí, mientras con las manos las sobaba. Hortensia no dejaba de gemir. ¡Es la gloria! Sus manos acariciaban la pija y los huevos. Fui con una de mis manos a la concha. Metí los dedos. Con la otra fui al culo. Hice lo mismo. Ella no retiraba las tetas de mi boca. Por momentos me acaricia todo el rostro con ellas. Yo seguía trabajando con los dedos.
-¡Dejame un poquito papi! ¡Me gustás mucho! – Fue hacia la pija. Me acarició con las tetas, luego lamió y besó. La metió en la boca y mamó.
-Tesoro, no quiero acabar antes de metértela. Para mí no es tan fácil recuperarme…, toma su tiempo…
-Sí, mi amor, lo sé. ¡Me gusta mucho chupártela! ¡Es muy rica!
-Móntate tesoro, te la quiero meter.
-Si, si, papito, si – Se acuclilló sobre la ingle. Tomó la pija con la mano y la guio a la concha. Se sentó despacito. - ¡Uy Dios! ¡Qué rico! 
	Comenzó a moverse, acomodándose, hasta que entra totalmente. Sube y baja suavemente. Le acaricio las tetas mientras se la entierra. Comienza a cabalgar… Mientras salta, le sostengo las tetas, y ella se acaricia el clítoris. Apoya sus manos sobre mi pecho, ojos cerrados y boca entreabierta, Hortensia jadea y suspira. Yo levanto en lo posible las caderas enterrándola hasta el útero. 
-¡Ay! ¡Ay papito! ¡Acaboooo! – Yo estoy en la misma. ¡Estábamos al límite! 
Nos estremecemos, gemimos y gritamos al ...

... mismo tiempo. Se acuesta sobre mí. Chupo, beso y lamo todo lo posible. Hortensia busca mi boca. ¡Sus besos son tremendos!
	La coloqué de espaldas, y metí mi cabeza entre las piernas. Lamo, beso y chupo, flujo vaginal y semen propio. La hermosa hembra goza hasta el límite. No entiendo porque no le importa que su personal escuche sus gritos de placer. Desgraciadamente a mí se me había bajado…
-Papito… ¿no tenés la pastillita?
-No mi amor… ¡No imaginé que pasara esto! ¡Jajaja! ¡Vine desarmado!
-No importa, mi marido tiene. Las busco y te traigo… - Se levantó y salió. Dado que estábamos en la habitación del hijo, supongo que fue a la suya. ¡Verla caminar desnuda es la gloria! En un minuto estuvo de vuelta, con un vaso con agua.
-¿Tenés algún problema del corazón? 
-Para nada. 
-Tomate dos, entonces. ¡Podemos seguir un par de horas más! ¡Jajaja! – Me dio un besito, el vaso y las pastillas. – En 15 minutos estarás hecho un león…
-¡Y vos en una leona! ¡Jajaja!
-No te sacaré semen… ¡pero te haré transpirar! ¡Jajaja! – Hortensia lo tenía decidido. ¡Seguiríamos cogiendo dos horas más!

No podré eyacular durante bastantes minutos, pero se la podré meter en culo y concha… ¡bien dura la tendré! Ella cariñosamente se aprestó a “colaborar” con las pastillas, besando, lamiendo y chupando la pija con delectación. ¡Su lengüita acaricia tan bien! Mira arrobada la pija…
-¿Sabés? Cuando las chicas me hablaron de vos…, yo mucho no les creí. Pensé que se habían calentado nomás por ser un ...