VAMOS AL CAMPITO - Relatos Eróticos

VAMOS AL CAMPITO

La nena es supercogedora…, pero también tiene que descansar…, por más que le guste sentir la pija adentro. ¡Es la ley de la vida! Así que cuando desperté todavía dormía.
Hice todo lo más suave posible. Besé y chupé bajo las tetas, en las axilas…, y entre las piernas. Aunque en este caso, no pude evitar lamer, chupar y meter la lengua entre los húmedos labios internos, yendo al hoyito de la vulva. Allí despertó.
-¡Ay papito! ¡Qué lindo es despertar así! Dejame a mí. - Me acosté boca arriba y Sole se instaló para un delicioso 69. 
	Chupamos y mamamos algunos minutos. Como siempre, entre nosotros la calentura es total. Sentir como sus manitas guían la pija a su boca, las tetas sobre mi pecho, sostenerla desde sus glúteos, metiendo los pulgares en el ano, sin ninguna dificultad, absorbiendo todos los juguitos que derramaba sin cesar… ¿Qué decir? ¿Hasta dónde llega el placer? ¡No hay límite!
	Cuando llegamos al mutuo orgasmo, sentí tanta satisfacción cuando su flujo llenó mi boca, como cuando mi esperma llenó la suya. Al tiempo que “limpiaba” su conchita, Soledad lamía prolijamente mi pija, dejándola, sin duda, aunque no veía, impecable. Llegó el momento de relajarnos…
-¡Dani, mi amor! ¡Soy tan feliz! ¡No quiero que termine nunca! – Mientras hablaba Sole se acostó a mi lado. Sus manos no dejaban de acariciarme. - ¡Quisiera tenerte siempre conmigo! ¡No me importa lo que pasará dentro de 20 años! 
-¡Mi amor! ¡Yo también! Pero…, no quiero arruinar tu vida solamente por el ...

... placer de cogerte las 24 horas…
-¿Por qué arruinármela? ¡A mí me gusta que me cojas todo el día! ¡Me lo paso pensando en eso!
-Ya te lo expliqué… No discutamos más de esto. ¡Gocemos mientras podemos!
-Está bien… - Se irguió levemente y me besó en los labios, muy tiernamente.
-¿Sabés Sole? En este momento, no sé por qué, me doy cuenta que en los seis meses que estoy en el pueblo, nunca se me ocurrió visitar una chacra… 
-¿Y cuál es el problema? En las chacras solamente hay cereales y animales…
-Bueno…, me habría gustado verlas. Cuando chico viví en el campo… Voy averiguar a cuál puedo visitar. Alguien me podrá orientar…
-Tenés que hablar con el marido de mi hermana.
-¿El marido de Tami? ¿Por qué?
-Antes de trabajar con vos, en la obra, él trabajaba mucho en las chacras, arreglando alambradas, tanques, molinos, techos, galpones., todo eso…, hasta preparación de locales para ordeño mecánico… ¡Conoce a todos!
-Voy a preguntarle, entonces.
-¡Lo tenés en la obra!
-Si, el lunes mismo le pregunto.
-¡No le vayas a decir que te cogiste a mi hermana! ¡Jajaja!
-Jeje…, seré discreto… - Me encanta Sole…, siempre contenta… - Aaahhh… otra más. Me llama la atención no haber visto monjas…, en ningún momento… ¿No hay conventos por aquí?
-En el pueblo no. El convento está en La Blanqueada…
-¿La Blanqueada? ¿Dónde vamos con los autos a coger?
-Bueno…, no es tan así. “La Blanqueada” se llama a todo el monte. El convento está justo al otro lado de… donde vamos…, bueee… Lo que hay es la ...