Su puta mariana - Relatos Eróticos

Su puta mariana

... siguió.
"Posición de perrito, puta", instruyó.
Obedientemente me puse sobre manos y rodillas y esperé. No pasó mucho tiempo antes de que se abriera la puerta lateral y entrara uno de los peones con un perro, un gran danés.
El perro fue llevado directamente hacia Emma, quien inmediatamente le sacó la polla y comenzó a chuparla. Cuanto más chupaba, más grande se hacía. Aún así, ella chupó y aún así creció.
"Su nombre es Caballo", se rió el peón.
"Claro que lo parece", respondí.
Emma dejó de chupar la polla de Horse y la mano lo llevó hasta mi trasero, donde aceptó con entusiasmo la invitación enviada en silencio por mi culo expuesto.
Cuando Horse me montó, casi me desplomé, mis grandes tetas, que colgaban, tocaron el suelo antes de que pudiera levantarme. Era un perro grande y pesado, y no es que sus patas delanteras estuvieran sobre mi espalda; estaba a cuatro patas, igual que yo. Pero su pecho presionó con fuerza contra mi espalda, obligándome a bajar un poco para encajar debajo de él. No es que Horse estuviera preocupado: ya estaba metiendo su polla en mi coño, usando esas enormes y musculosas patas traseras para generar su poder. Podía sentir la cabeza de su polla golpeando mi pared vaginal.
El peón que lo había llevado hasta mí eligió justo ese momento para desabrocharse los pantalones, sacar su gruesa polla, obligarme a levantar la cabeza y meterla en mi boca.
Era grande, muy grande, me llenaba la boca y casi me ahogaba.
"Mi apodo también es Caballo, zorra", ...

... me dijo alegremente. "¿Cómo se siente ser jodido por dos 'caballos'?"
No pude responder excepto aceptando ambas pollas en mi cuerpo y quedándome despierto para dejar que se salieran con la suya conmigo.agujeros, y un charco más pequeño debajo de mi cabeza, porque logré tragar la mayor parte del semen del hombre.
El perro ocho era otro grande, tal vez un dóberman o algo similar, con un cuerpo delgado. Tenía una pata en mi espalda y la otra en el suelo y logró encontrar mi trasero primero. Vi brevemente a Emma chupando la polla del noveno perro, pero me concentré en levantar mi trasero para meter la polla del Doberman profundamente en mi trasero. Hasta ahora sólo dos de los perros se habían anudado dentro de mí y uno de ellos se había escapado de mi coño, probablemente porque estaba estirado y resbaladizo por el semen de perro.
Finalmente pude sentir la polla del Doberman hinchándose en mi culo y dejé escapar una señal de satisfacción a pesar de que tenía la boca llena de polla en ese momento. El Doberman se acomodó mientras se anudaba en mí, su cálido aliento jadeando en mi nuca. Le tomó unos 20 minutos antes de liberarme con un empujón final.
Su manejador realmente me había arrancado la polla en la boca mientras el Doberman estaba anudado en mí, por lo que un par de los chicos que no habían logrado chorrear cada uno tuvieron una segunda oportunidad.
Emma tuvo algunas dificultades para mantener interesado al perro nueve debido al tiempo que le había tomado al Doberman. La ...