La primera vez que me partieron el culo - Relatos Eróticos

La primera vez que me partieron el culo

... fui abriendo poco a poco la mandíbula y tragando aquel inmenso pedazo de carne dura y caliente que ya estaba chorreando preseminal como si se tratase de un protector labial. Nunca había tenido una polla dentro de la boca, comencé a pasarle la lengua con clara inexperiencia y un poco torpe. Era descomunal aquel tronco de rabo que estaba chupando como un morcillón de la mejor calidad y el mejor precio que pueda haber en un mercado. Me volví loco chupando más y más, quise en unos pocos minutos tratar de sacarle su leche para probarla, porque no sabía lo rico que puede llegar a ser mamar un buen pingón y restregarlo en la cara como si fuese un mazo de placer y de gloria. Tanto se lo estuve chupando, que Muñoz pensó que había llegado el momento de dar el paso más común, partirme la raja del culo. No tuvo que pedírmelo dos veces, apenas me dijo que me pusiera de lado y levantará las dos piernas al aire, que me iba a meter la pinga dura como ya la tenía, lista para empotrarme y darme un placer que desconocía y que me podía llegar a gustar mucho, lo hice en un santiamén. Experto en el tema, echo un buchetazo grande de saliva en sus dedos y comenzó a introducirlos uno a uno en mi culo, hasta llegar a tres dedos. Estaba más deseoso que yo de meterme la tranca durísima como la tenía, y no perdió tiempo para su llevar a cabo su propósito. Apuntó con la gorda cabeza roja que tenía y hizo presión hacia adentro. Sentí un dolor tan grande que llegué a gritar tratando de quitarmelo de ...

... encima, pero con su fuertes brazos no me permitió hacer el menor movimiento y siguió apretando su enorme pollón contra mi esfinter anal. Tanto que en un momento llegué a sentir sus testículos rosando los míos, entonces me di cuenta que ya la tenía completa metida hasta el fondo de mi ojete de culo. Esperó un promedio de veinte segundos, sin moverse él ni tampoco yo, pues me ardía y me dolía muchísimo, pero esperaba que se fuera calmando como ya había escuchado que sucedía la primera vez que te rompen el culo. Y pasado este intervalo comenzó a moverse adentro y afuera, repetidas veces sin parar, al principio algo lento, pero al cabo de dos minutos me di cuenta que me estaban follando el culo como si fuera una puta. Ya no sentía tanto dolor, Muñoz estaba fuera de control, se me empezó a poner dura mi polla por la sensación de sexo salvaje que estaba teniendo y por ver cómo estábamos gimiendo y suspirando muy rápido uno en la cara del otro, incluso nos besamos varias veces, casi nos mordimos los labios con tanta testosterona encima de aquellas sábanas que hervían de placer masculino. Cuando pensé que así iba a ser todo el tiempo. Me pidió que me pusiera en cuatro con las nalgas en pompa, al aire y me abriera los cachetes del culo con mis dedos. Así lo hice bien rápido, y no tardó ni 10 segundos en volver a clavarme el pene en mi raja de culo por el hueco abierto más que nunca, es que era mi primera vez y me excitaba tocarme y sentirlo así tan extraño. Empecé a sentir más placer aún, a ...