Una clienta habitual - Relatos Eróticos

Una clienta habitual

... locos después de su primera pregunta pasada la reacción inicial... qué te pasó? preguntó... y luego, notando lo tonta de su pregunta echo a reír junto conmigo, me eché en la cama en tanto que ella con mucha curiosidad lo sostenía entre sus manos, mirándolo por cada rincón, tirándo un poco de él, como queriendo saber si no era un juguete, si era falso, si lo sentía... y pasaría de sentirlo con sus manos a pasarlo cerca de su rostro, como olfateando y luego por sus mejillas, donde mi líquido preseminal iba dejando trazos, que luego los bajaría por sus senos, grandes, redonditos y con aureolas rosadas.

Se negó a chuparla, tanto por el tamaño como por que no le agradaba según ella, y solo se lo estuvo frotando por todo el cuerpo, gimiendo y dejando que la tocara mientras se ponía más y más húmeda, y ayudándome ahora con sus manos a frotar lubricante alrededor de mi pene, cuando lentamente se puso encima mío y colocando sus labios vaginales por encima del cuerpo de mi pene, se movía de arriba abajo en toda su extensión, excitada y dejando que succione sus pechos y la bese como me diera la gana.

En cierto momento, dió un gritito y dejando entrar la punta en su interior, se detuvo preguntando, ay! y el condon?, sólo nos miramos uno al otro muy profundamente, mientras ella se deslizaba poco a poco dejando entrar cada vez más el cuerpo de mi pene, mientras jadeaba lentamente, hasta que sintió era el límite, emitió otro grito, me contuvo con sus manos y me dijo... espera un ...

... poco .... espera... mirando hacia abajo y notando que había quedado tal vez la tercera parte afuera pero ella ya no conseguía insertarse más...

Comenzamos poco a poco a movernos al mismo ritmo mientras ella se acostumbraba al tamaño, dando quejidos de tanto en tanto, pero sin detenerse ni querer cambiar de posición,... fuimos acelerando el paso hasta terminar sacudiendo frenéticamente la cama, en medio de sus gritos y quejidos, sobrevino su primer orgasmo y quedó tendida a un lado mio y me dijo, ahora dame de perrito... es indescriptible lo que puedo decir de ese trasero, redondo, blanquísimo y con una vagina rosadísima en el medio, que poco a poco conseguía introducir mi carne pero sin llegar al tope de ninguna manera... eso parecía excitarla más contra el espejo del cuarto y en los embates finales, era ella quien con cada empuje acercaba más su cuerpo, cada vez más excitada, hasta lanzar un grito de un orgasmo bien intenso, del que apenas le di tiempo de recuperarse, pues ahora yo quería el mio, y colocados en cuchara, le di todo lo que se podía hasta sentir que me venía, junto con ella. Una vez que terminamos, me dijo algo así como... mira como me has dejado, refiríendose a todo el semen, lubricante y sus jugos que salían por toda su entrepierna, su vientre, piernas y mis partes, se echó agitada, descansamos unos instantes entre besos y tomó su celular para llamar a una de sus amigas, la conversación apenas si podría haberla entendido por causa del idioma, pero luego me ...