Una clienta habitual - Relatos Eróticos

Una clienta habitual

... comentó la situación.

Sus amigas esperaron por las habitaciones, una de ellas y su eventual acompañante subieron, pero la otra sin mayor suerte espero, espero, y se aburrió, cambiando de opinión respecto de su amigo, quería quitárselo de encima, pero no tenía como y lo que era peor, también tenía ganas de divertirse un poco... es mi sospecha que le comentaría al teléfono de mi talla así que me indicó que esperara, se fue al baño, se aseo como podía, coloco la ropa, me indicó que se comunicaría en otra ocasión conmigo y me dijo que tenía que descender, pues tenía autorización para salir aquella noche sólo por estar con sus amigas y se estaba haciendo bastante tarde.

Descendió, hice exactamente lo que me indicó, de tomar una ducha, pero quedarme sólo con la toalla esperando en el cuarto. Luego me enteraría que se econtraron las tres, se deshicieron de los tipos y una de ellas se llevó con prisa en un taxi a su la rubia casada a casa, en tanto que la otra..... se dirigó al cuarto conmigo.

Sin saber nada de lo que pasaba abajo, seguía confundido en el cuarto, pensando en el día afortunado que tenía y tocaron a la puerta, al abrir, la amiga, un poco mayor (le doy unos 46 o 48) entraba con una sonrisita complice, murmurando en su idioma que apenas si entendía. Esta pese a ser mayor, tenía un cuerpo bien cuidado, piernas gruesas, un trasero enorme y en el rostro a una verdadera devoradora.

Sólo la desvestí, nos acariciamos por mucho tiempo, me pidió a señas el ...

... preservativo, luego de chupármela por un buen rato, me lo colocó con un tanto de trabajo (siempre quedan cortitos dando un aspecto bien curioso) y entendiendo que tendría sólo una oportunidad allí, que mi segunda eyaculación demoraría por efecto del primero polvazo que me dí y que ese condón tendría que servir para algo, entramos a la cama, la coloqué en cuatro patas, le puse todo el lubricante que me quedaba y se lo introduje poco a poco por el ano.

Costó cierto trabajo, de ver dos ocasiones en las que casi se queda dentro de ella, no entendimos de algún modo y simplemente me lo quité, me eché en la cama y dejé se se diera todos los sentones que quisiera hasta que se acostumbrara, pero como todas las demás, apenas si consiguió pasar de la mitad.

La pasamos súper bien hasta las 8am, nos despedimos como enamorados en la puerta del hotel y me dirijí a mi cuarto, luego en un poco más de intimidad con mi nueva amante, me enteraría que ella sólo quería liberarse del bobo de su marido y que un morbo extraño la condujo siempre hacia mi (se decía a sí misma..."algo tiene") que aquella noche quería solo sacarse el clavo, pero que terminó enganchada conmigo por las emociones y el tamaño, y que su amiga, que apenas gustaba de los latinos, se animó a subir conmigo por la curiosidad por probar algo grande, aparte de estar algo ebria y bastante cachonda.

Aún para mi mismo se me hace difícil de creer todo lo que pasó aquella noche, sin embargo, ella no deja de venir en compañía de su aún ...