1. TRADICIONALES AGUJEROS


    Fecha: 11/04/2024, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: CARAMELO, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Cuando dejé a Zulema y Lorena volví a casa. Estoy cansado. Demasiada actividad para sangre y carne. Los años no están al pedo. Debo descansar.
    A la noche estuve con Dalia, Claudia y la abuela Amalia, tan entusiasta como una chica de 20, y tan sabia como una veterana cogedora. Gozar con Amalia es otro nivel. Sábado, durante el día, y la noche, hacia el domingo, las compañías fueron Verónica, su hija Sofía, y sus vecinas, Aprilia y Celina. Durante la mañana del domingo, vinieron a “despedirse”, Soledad y su hermana Tamara, la farmacéutica. Al mediodía fui a casa…, y no más tareas sexuales. Del resto solamente me despedí telefónicamente. ¡Tengo que sobrevivir!
    Voy conduciendo hacia la capital. Salimos temprano. A mi lado está Ofelia…, sin la menor duda. Las palabras de su padre no me convencieron en absoluto, cuando le pedí que la hiciera preparar para dar libre el primer año de la secundaria. Ante la duda, la traigo conmigo. Ofelia está contentísima…, a pesar que le dije que esto no es joda: tendrá que estudiar mil horas por día…, y cuando corresponda, la llevaré hasta la que será su escuela –como la de todos los chicos del pueblo-, para que rinda los exámenes. Son 10 materias, de las cuales puede dejar colgadas dos como “previas”, para dar durante el cursado del segundo año. ¡Y no hay joda! Ella sabe perfectamente lo que quiero decir. Pero…, la guachita se conoce…, y me conoce… Sonrió pícara cuando se lo dije. 
    -Está bien, “papito”. – Resaltó “papito…”, como me llama en ...
    ... los momentos más cariñosos de nuestra ardiente relación. – No haré nada que vos no quieras… y me dedicaré al estudio, tal como me pedís. 
    Durante el viaje hablamos de mi vida en la capital, como para que Ofelia no se sienta desplazada. Mi trabajo, mi rutina, los amigos y compañeros de trabajo, las amigas más cariñosas, las que frecuentan mi cama. No lo quise hacer demasiado detallado para no calentarnos por los relatos…, lo más neutral posible, aun cuando, dos por tres, la nena tenía tendencia al manoseo, justo, justo, sobre mi entrepierna. No me voy a enojar por eso, pero entre sonrisa y sonrisa, trataba de hacerle entender que se olvidara del sexo, por el momento, para pensar en el estudio…
    Yo me encargaría de matemáticas, educación tecnológica, física y química. Para las otras siete tendría que contratar profesores. De estas cosas tratábamos de hablar, aunque en muchas oportunidades Ofelia, muy pícara, insistía en mi “posibilidad” de seducir a las profesoras…, como una manera de llevar la conversación hacia el sexo. Ella pensaba que mi relación con el sexo es múltiple y permanente. 
    Traté de hacerle entender lo que en más de una oportunidad aclaré. El caso del pueblo donde trabajé durante seis meses, en la estructura de lo que sería la fábrica de aceite, fue algo absolutamente único. Todos los otros relatos, que parecen continuos, que suceden uno tras otro, no es así. Todo sucedió y sucede en el transcurso de más de 30 años. Cuando parece que hay diez mujeres en danza, al ...
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