Domingo a la noche a puro Tabú - Relatos Eróticos

Domingo a la noche a puro Tabú

... absoluto. Te cabe, me preguntó.
Y le respondí groseramente: "Lo que me va a caber es tu pija en la boca y en la concha, guacho".
"Si, mamita, si, habláme sucio que me vengo en seco", me decía mi hijo mientras seguíamos franeleando de parados. 
"Quiero que me garches hijo, preciso tu pija toda la noche, no aguanto más.... quiero sexo desenfrenado, sin limites, lo preciso....casi que le grité.....
Nuestras bocas se buscaron y nuestras lenguas empezaron a hacer de las suyas. La agitación aumentaba y todavia seguiamos de parados apretando como dos adolescentes en celo. Mi hijo me empezó a besar la pera y bajo su lengua por el cuello. Me causaba un placer enorme. Me corrió el camisón y me besó los hombros. Quedé en corpiño, bombacha, medias y portaligas. 
"Que linda estás mamita, no te das una idea de como me calentás, mujer, parecés una puta así".
"Esta noche soy tu puta bebé, pero no te olvidés que soy tu madre, que eso te de morbo para cogerme mejor, esto es incesto, esto es sexo tabú, eso me pone muy cachonda bebé".
"Siiii mamita, saber que somos madre hijo a punto de garchar me pone a mil", me respondió.
"No veía la hora de incestar mami, te dedico pajas hace rato".
Y mientras me sacaba el corpiño y empezaba a tocarme las tetas y chuparme los pezones de parados todavía los dos me respondió: "Cuando volvi de afuera ya hacía varios meses que no tenía sexo y a decir verdad con la única mujer que tuve trato es con vos y empecé a verte con otros ojos. Estás muy fuerte ...

... todavía, sos una milf espectacular, no me puedo perder esto.... quiero cogerte mami", me dijo y casi me desmorono. 
Me empujó a la cama. Abrí las piernas y él se arrodilló. Como se imaginarán empezó primero a jugar con sus dedos en mi concha e inició una suave masturbación que pronto pasó casi a una cogida porque puso dos de sus dedos en mis entrañas y comenzó a cogerme con ellos. Estaba tan caliente que no pude aguantar y tuve el primer orgasmo de la noche. Debo confesar que eso fue como una erupción volcánica. Mis jugos salieron como aceite hirviendo y quedaron en la mano de mi hijo que muy perversamente me miró, se chupó los dedos con mi flujo y luego me los dio a beber en mi boca. Me puso los dedos y con la lengua los saboreé. Ahí si bajó con su boca a la chucha y empezó a lenguatear. Me besaba labios inferiores y superiores y luego su lengua empezó a jugar con mi clítoris. Poco a poco fue chupando cada vez con mas fruición y luego de unos pocos minutos no pude aguantar y le lancé en la boca mi segundo orgasmo. 
Mi concha estaba empapada. Las cosas que le decía mientras me chupaba la concha me darían vergüenza reproducirlas. Estaba enloquecida como puta en celo. 
Ahora quiero yo chuparte la pija, bebé, le dije. 
Se bajó los pantalones y se tumbó en la cama. Tenía la pija muy dura y gruesa. Y muy linda. 
Empecé a pajearlo con las dos manos, luego con una y con la otra me tocaba la concha para auto-masturbarme mientras iniciaba la mamada a mi baby. 
Primero con la ...