1. Cielo Riveros el hermano de mi padre, nos cogía a mi madre y a mí.


    Fecha: 07/05/2024, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: Cielo Riveros el hermano de mi padre, nos cogía a mi madre y a mí., Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Cielo Riveros el hermano de mi padre, nos cogía a mi madre y a mí.
    Mi tío Lalo, hermano de mi padre, aprovecho la oportunidad que tuvo y nos cogió, a mi madre y a mí.
    Mi nombre es Cielo Riveros, tengo 22 años, pero cuando pasó lo que les contaré tenía 18 años, era una chica bonita de cara (dicen algunos amigos), tenía un busto de mediano a grande que era mi orgullo a esa edad, lindos senos paraditos y la aureola de mis pezones eran grandes también. Mis piernas son torneadas, mi tez es trigueña. Y desde pequeña, me ha gustado todo lo relacionada al sexo. 
    Esta historia es algo que siempre he llevado por dentro y quiero compartirla como un desahogo, aunque ya el tiempo ha pasado y ha borrado una parte.
    Mi padre abandonó a mi madre y a mi hace muchos años. Se fue para el norte y ya no supimos de él después de seis meses de estar allá. Lo que lo motivó a irse fue la falta de empleo en este país, al menos así lo dijo él.
    Cuando él dejó de enviar dinero a mi madre, tuvimos serios problemas para mantener la casa, las deudas nos aquejaban, a veces no tuvimos ni para comer.
    En eso mi tío Lalo hermano de mi padre, quien tenía fama de parrandero y de puto, se hizo cargo de nuestras deudas. Esto sirvió de alivio a tantas penas en ese momento. Sin embargo, mi tío Lalo tenía otros planes que simplemente ser nuestro salvador.
    Él estaba interesado en mi madre, en ese entonces de 34 años, una mujer muy atractiva, trigueña igual que yo, de lindo busto y un trasero bien formado; ella ...
    ... era la envidia de los demás hermanos de papa; fui testigo más de alguna vez de parientes y amigos de mi padre que quisieron seducirla o de insinuársele, pero mi madre nunca les dio lugar.
    Sin embargo, dadas las condiciones precarias en que estábamos sus valores eran vulnerables. Yo me fijaba que el tío Lalo nos frecuentaba más de la cuenta, es decir, más que de costumbre. Su blanco era mi madre, la esposa de su hermano. Es de reconocer que también nos sacó de deudas y nuestra vida empezó a ser más que decorosa.
    Cierta noche, oí ruidos en la sala, nuestra casa era de dos niveles y como todas, los dormitorios estaban arriba. En pijama como estaba, salí de mi habitación y me asomé a la baranda de la escalera y pude ver que el tío estaba encima de mi madre en el sofá de la sala, la estaba besando y los ruidos que producían sus labios y lenguas eran audibles hasta donde yo estaba. Me oculté para seguir observando.
    Mi madre tenía puesto su camisón de dormir, sin nada por debajo, solamente las tanguitas que usaba para la noche. El tío Lalo que estaba enardecido, le bajó los tirantes de su camisón y le empezó a mamar las grandes tetas de mi madre. Las apretaba tan duro como si quisiera morderlas, ella gemía por cada chupada que le daba el tío.
    De veras que estas  rica  cuñadita! -, -Siempre te la he querido meter! - Le decía el cretino de mi tío, mientras seguía mamándole sus senos con fuerza.
    Al rato observé que de un jalón el tío le quitó la ropa interior a mi madre, luego le ...
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