1. ZANJA, ZANJITA, ZANJÓN


    Fecha: 26/05/2024, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: CARAMELO, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Y llegó el miércoles. A la hora adecuada llegaron los golpecitos a la puerta. La nena estaba muy anoticiada. Nada de timbres. Fui a abrir. Con los pantaloncitos. Más allá del interés o la voluntad de Patricia, de lo que la madre le debe haber contado, le mostraré lo que puede llegar a apreciar, muy cerca, sin vueltas.
    Es realmente preciosa, tal como la madre, con 20 o 30 años menos, todo en su lugar, hasta tetitas bien caracterizadas, con soberanos pezones y areolas, notables por la liviana blusita que la mamá le hizo poner, caderas y muslos perfectos. El culito bien parado…, perfecto durazno corazón. 
    -Sí, preciosa, pasá, sin problema. – Me acomodé la pija, para que ella apreciara el movimiento de mi mano. No va a dudar ni un minuto. ¡Sabe el significado de la visita!
    -Me alegra venir, Dani. Mamita está muy contenta que me quieras conocer y que yo te conozca, y escuche las cosas lindas que me podés decir…, y me podés enseñar… - Sin la menor duda me abrazó y me besó en la comisura, refregándome las tetitas… - Y…, la verdad Dani, ahora entiendo porque mamita me decía que me ibas a gustar…
    	Yo le acaricié los glúteos mientras me saludaba… ¡Bien duritos! ¡Es lo que entendía por “gustar”!  
    Patricia tendría una altura de 1,50, más o menos, muy buenas curvas, tetitas placenteras, con notables pezones, que sobresalían en su liviana remera roja, con rayas horizontales blancas. El pantaloncito de jean resaltaba los glúteos. Realmente una nena muy deseable…, y muy ...
    ... dispuesta.
    -Es un inmenso placer tenerte en casa. Tu madre me había dicho que eras linda…, ¡pero no que sos bellísima! – Me acerqué y tomándola de la cabeza de di un cálido beso en la mejilla. Me respondió con un húmedo beso sobre los labios. Es más decidida que yo.  
    Veré hasta dónde. 
    -Me gusta tu disposición…, sos toda una mujer… Vamos a la sala, tesoro. ¿Querés tomar o comer algo? – En la medida que le hablo, mi mano toma autonomía, apoyándose en un redondito y duro culito. Ante nula reacción, la mano tomó el destino de un cariñoso masaje, empujando los glúteos suavemente.
    En lugar de protesta o rechazo, se acomodó de manera que la zanja entre los cachetes, quedara justo en el centro de la palma de mi mano. Apreté. Mi acción es lo que esperaba y deseaba. Patricia giró la cabeza y sonrió. Fue con su boca a la mía. Cálido y tierno beso de lengua.
    -¿Qué querés, preciosa? ¿Algo para beber? ¿Algo para picar? – Estábamos al pie del sillón de tres cuerpos.
    -No hace falta nada, Dani…, solamente algo tuyo para tener dentro… Tenemos… una hora y media para esperar a mamita…
    -¿Querés que mami nos vea jugando? – Ya le estaba levantando la remera, para sacarla por la cabeza. Abajo no hay corpiño.
    -¡Sí, me gustaría! Pero no quiero hacer un trío hasta haber acabado los dos solos, sin terceros, con todo vos sólo para mí. 
    -¡Sos genial! - La tomé de la cintura con ambas manos y la levanté, para pararla sobre el asiento del sofá. Las tetitas estaban al aire, luciendo esplendorosos pezones.
    ¡Es ...
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