ZANJA, ZANJITA, ZANJÓN - Relatos Eróticos

ZANJA, ZANJITA, ZANJÓN

... una altura ideal! Me incliné hacia ella y, tomando su cabecita, la besé en los labios. Mi lengua la penetró. Patricia respondió. Perfecto. 
Mientras disfrutábamos de las lenguas y la mutua humedad, tomé el culito con ambas manos y la apreté contra mí. La pija sobresalía del pantaloncito, y quedó a la altura exacta de su entrepierna. Dado que Patricia está dispuesta a disfrutar todo, a pesar de mi calentura, y también de la de ella…, dado el beso, la entrega del culito a mis caricias, y los brazos que rodeaban mi cuello lo demostraba, no quiero pasar nada por alto, o dejar de lado. ¡Gozaremos de la totalidad! Seguramente la mamá le habrá indicado el “ruting” de una completa sesión sexual por mi parte.
Al sentir el bulto en la ingle, Patricia bajó la vista.
-¿Me la saco o preferís qué se asome por la pierna?
-Cómo te sientas más cómodo… ¡Me gusta de todas maneras!
-Entonces, por el momento, la dejo así. – La senté en el sofá.
Me arrodillé frente a sus piernas. La nena seguía mis acciones con decisión y voluntad. Le levanté las caderas y retiré el pequeño short de jean. ¡No hay bombachita! Separé las piernas. Las abrió al máximo apoyándolas en mis hombros. ¡La invitación para mi lengua! Allí fui. Labios y lengua no daban abasto. Entre lamer, chupar, succionar, quisiera tener cuatro o cinco lenguas. Sus labios mayores e internos, cálidos y húmedos, formaban lagunas cariñosas y ansiosas. Meterla en la vulva es estar a un paso del paraíso, como cuando sentís el clítoris ...

... palpitar bajo el estímulo de la lengua… ¡por eso hay que tener cuatro por lo menos! 
-¡Ay papi! ¡Sííí! ¡Qué ricooooo! ¡Así, así, toda la lengua para mí! – Patricia no dejaba de gritar, gemir, suspirar… ¡Totalmente dedicada al placer!
Fueron dos orgasmos en dos minutos. Hasta en eso una maravilla.
-¡Qué lindo papito! ¡Cómo chupás de rico! ¡Me hago toda! – Patricia estaba encantada. Se estremecía hasta mi garganta. - ¡Mamita me dijo que lo hacés tan rico!
Seguiría toda la tarde chupándola. ¡Es tan sabrosa! Pero ahora a mí me temblaba la pija. Me separé para bajarme los pantalones…
-¡Dejame a mí! ¡Yo te los saco! – Patricia se irguió y se inclinó hacia mi pantaloncito. – Ahora sí, todo al aire. ¡Qué linda es! ¡Mamita me había dicho que tenés una pija hermosa!
-¡Vos también tenés todo hermoso! ¡Parate! - Justo a la altura. Pija y boca en la altura adecuada. 
Patricia me tomó de los glúteos y me atrajo hacia ella. La boca bien abierta ¡Dios, que maravilla! La pija se perdió en la garganta. La lengua acariciaba como nunca: glande, uretra, tronco, se la sacaba de la boca y lamía los testículos. ¡Una maestra del sexo! ¿Lo aprendió de la madre o le enseñó el padre?
	La hermosa nena me miraba a los ojos mientras mamaba…
-¿Sabés Dani? ¡Es tan rico chupártela! ¡Me gustás tanto!
-¡Vos también me gustás mucho, mi angelito!
-¡Pero soy chiquita! ¡No tengo las tetas de mamita, que tanto te gustan! – Patri se saca la pija de la boca para hablar.
-¡Pero amor! ¡Tenés la conchita y el ...