ME PASA DE TODO - Relatos Eróticos

ME PASA DE TODO

... mientras lo cojo…
No hubo caso. Rebeca reaccionó rápido. 
-No te hagás problema, yo se la chupo mientras vos me metés los dedos a mí, y me franeleas todo lo que quieras. ¡Lo hacemos entre los tres! – La nena no quiere perderse ni una.
No fue lo único. Hay casos “mejores”, sobre todo cuando me presentó a sus tías. Si, dos, por si fuera poco, una hermana del padre, la otra de la madre…, ¡para qué…!
Un buen día apareció con dos hembras impresionantes, alrededor de 24-25 años, tal vez, no más, pero con todo lo que una hembra dispuesta a coger puede tener. O sea…, tremendas tetas, tremendo culo, las piernas, los jamones…, y todo bien lucido, con blusas apretaditas, con varios botones desprendidos, como para gozar de la vista de una buena parte de los globos de las tetas, y unas polleritas que apenitas si cubrían los glúteos… ¡No hay manera de negar los deseos!
¡Y ellas lo sabían! La sonrisa zalamera con la que me saludaron me convencieron de sus intenciones. 
-Ellas son mis tías, Dani, de las que te hablé. Te querían conocer…
-¡Siiii! Mi hermana, Azucena, me habló también de vos, que no pude evitar el deseo de conocerte. Y le dije a Adela, mi compañera de todo momento… ¿Tenés algún problema?
-En absoluto. Me agrada muchísimo tener la oportunidad de conocerlas…
-Supongo que la nena te habrá hablado de nosotras…
-Siiii…, un poco, me contó de vuestras costumbres y placeres… - En verdad, Rebeca me había dicho muy poco, pero lo suficiente para enterarme que son bisexuales y ...

... están absolutamente deseosas de coger conmigo…, y que son muy exhibicionistas con sus propios y mutuos deseos… 
-Bueno…, yo me voy, espero que se diviertan… - Rebeca optó por no interferir.
-Adiós tesoro. Muchas gracias por tus molestias… - Sé que no son “molestias”. Algún día me dirá: “¿Te acordás cuándo te traje a mis tías?”
-¡Jajaja! ¡No hay molestias! – Ella también lo sabía.
	Rebeca me besó en la boca, al igual que a sus tías…, y se fue…
-La nena es un amor total. Supongo que se habrán dado todos los gustos… - Adela se sumó a la conversación.
-Sin la menor duda. Rebeca siempre está dispuesta todo… - Acepté la opinión de Adela.
-Verás que nosotras también… - Tanto Sara, la hermana de Azucena, como Adela, la hermana del padre de Rebeca, de quién ni el nombre conozco, son partidarias de ir siempre hacia adelante, sin dudar. - ¿Cuándo hacés tríos, te gusta ver el juego de las mujeres?
-¡Muchísimo! – Rebeca me había dicho que las tías son muy cariñosas entre ellas. ¡No se lo voy a impedir! - ¡Es el placer que me pone a punto…!
-¡Jajaja! ¡Te la pone dura! – Sara va directa al grano. – Bueno, dale. Ahora verás.
	Se comienzan a desnudar…
-¡Esperen, esperen! ¡Es lo que me gusta! – Fui con mis manos a la blusa de Adela. Sara esperó. Se la saqué. Sin corpiño, por supuesto. Chupé y besé sus tetas, mientras mis manos iban hacia Sara. Mientras chupaba a una, desnudaba a la otra. Con una y con otra, llegué a todo el cuerpo, desde las tetas hasta los muslos. Ellas colaboran ...