1. Ana Julia la mujer que me inició en el sexo. Segunda parte


    Fecha: 23/11/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Urawan, Fuente: CuentoRelatos

    Segunda parte
    
    Un día en lugar de asistir a clases acudí la casa de un amigo para pasar el día ya que me disgustaba mucho donde estaba estudiando. Ahí la encontré, me la presentaron, estaba viviendo en casa de mi amigo, había venido a la ciudad en busca de trabajo, en búsqueda de nueva vida. Ana Julia era esmeraldeña. Mulata, del saludo de cortesía no paso más. Luego de algunos días mi amigo me contó que Ana Julia deseaba ser mi amiga. Creo que le gusté a primera vista, ella también me gustó mucho, pero la diferencia de edad hizo que yo tome nuestro encuentro como una simple presentación. Nada más pasó.
    
    Luego de algunos días en lugar de ir a clases ya que me disgustaba mucho el ambiente militar del colegio que mis padres me habían inscrito ya que según ellos mi comportamiento necesitaba control férreo. Decidí no ir al colegio por lo que regresé a la casa de mi amigo donde ella estaba hospeda, rápidamente hicimos amistad. Ella era abierta, alegre. Yo era lo opuesto, pero entablar amistad no fue problema ya que algo hacía hizo que saque de mis adentros la necesidad de entablar amistad porque me gustaba mucho.
    
    A los pocos días ya estábamos intercambiando caricias, besos. Mis anteriores experiencias amatorias negativas, nada espontáneas y hasta traumáticas estaban quedando en el olvido, estaba empezando a conocer el verdadero placer de la caricia deseada, de la caricia buscada, de la caricia compartida y recíproca. Sentí que su excitación era real no fingida. No comprada ...
    ... al mejor postor. Sentí que ella me sentía con ardor, poco a poco fuimos recorriendo más y más nuestros cuerpos, fuimos descubriendo nuestras intimidades, fuimos descubriéndonos a nosotros mismos poco a poco, lenta y constantemente. Subíamos la cuesta del deseo hasta llegar a la cima donde vivía Eros con sus compañeros los orgasmos que feliz nos entraba cuando besaba su cuello, igual cuando acariciaba su espalda, fue hermoso cuando al recorrer su cuerpo descubro su punto débil sus muslos es ahí que ella cerraba sus ojos se ponía a temblar y temblar, no podía articular palabra alguna hasta que se habría de piernas y apenas podía decir: -Ya, ya potrito empotrame, incrustame toda pieza ya- generalmente le daba gusto en otras no continuaba con mis caricias y besos hasta que ella convulsionaba una y otra vez hasta estar completamente satisfecha por supuesto que no siempre fue así ella también con el arte erótico que tenía hacía lo mismo conmigo cuando tomaba con sus manos mi falo se lo llevaba a su boca y me hacía el mejor sexo oral que hasta ahora he tenido o cuando se sentaba sobre mí se introducía mi falo y empezaba un frenético movimiento de sus caderas ahí yo suplicaba que ya no más que no puedo más que me puedo morir del placer pero ella no se detenía hasta sacar todo el abundante semen que yo tenía, lo más hermoso fue cuando me recuesta boca arriba se sienta en mi abdomen dándome la espalda y me dice:-Ya potrito lameme chupame toda- contesté- bueno cariño ella se dejó lamer ...
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