1. Emputecimiento (I): Alfredo


    Fecha: 23/11/2018, Categorías: Sexo en Grupo Autor: eli{DS}, Fuente: CuentoRelatos

    ... acababa de parir y ahora creo que su hijo ira pronto a la universidad. Vaya panzadas de trabajar que se pega la tía, tan solo para verle cada tres o cuatro semanas. Le tiene con sus padres, creo que ella los mantiene a los tres, padres e hijo. Mil kilómetros entre ida y vuelta, menos mal que me hizo caso y se sacó el carné. Ahora con su cochecito no le pesa tanto, pero antes...
    
    ¡Joder!, ni leer sabia cuando llego, y ahora, ya querría ver yo al ejecutivo ese llevando esto mejor que ella. ¡Como que podría prescindir del gestor!, sino fuera porque en esta capital de provincia, casi despoblada, todos tenemos que vivir y como suele decirse, una mano lava a la otra. En un negocio como el mío, tengo que estar a bien con todos por la cuenta que me tiene.
    
    Creo que ya he hecho bastante el paripé, voy a ver que quieren estos. Por la pinta deduzco que será una a quien el marido se le está gastando la mitad del sueldo con alguna de las chicas y viene con el amigo “complaciente” a quejarse. Ni será la primera vez ni la última. La gente tiene tendencia a creerse que los demás son poco menos que hermanitas de la caridad, que han de velar por sus problemas aun a costa de salir perjudicados. ¡Qué coño! Esto es un bar de alterne, aquí se viene a beber y a follar, nadie obliga a nadie a entrar. ¡El que no quiera polvo que no se arrime a la era! Como si yo no tuviera bastante con mis problemas para tener que cuidar de la economía familiar de la clientela.
    
    De todas maneras, también he ...
    ... de reconocer que estoy harto de decirle a estas que no abusen del personal. Que el adicto es fácil de contentar e imposible de largar. Más vale una buena juerga de despedida que un habitual de cubata diario.
    
    - Ustedes dirán -le digo a la parejita mientras llego donde están-. Olga ¿has atendido a estos señores?
    
    - Si, gracias -me responde él entre lacónico y severo-, ya nos han servido.
    
    Vaya repipi, menos mal que no tiene media hostia. Espero que no pretenda ponerse borde. Y ella, ¡Que avergonzada esta! No si al final va a resultar guapa y todo, como a mí me gustan, cuarentona, pero en sazón. Fruta madura y dulce, ¡Sí señor!, ¿A ver qué quiere? La miro fijamente como quien espera respuesta, pero no abre la boca. Tiene su Coca-Cola sin tocar, sin embargo, el listo se está tomando un whisky, solo, con hielo, y claro, Olga se lo ha puesto del bueno. Listillo...
    
    - Perdonen, estaba ocupado -añado formal y distante-, díganme.
    
    - ¿No podemos hablar en un sitio más privado? -pregunta él-.
    
    Y este, ¿Se creerá que está en el Palace? Esto estará viejo, decrepito más bien, pero es parte de la historia de esta puta ciudad. Setenta años hará en el 2009, anda que no me lo contó veces el anterior propietario. Abrió el mismo día que entraron los “suyos”. Eso sí, maricón de mierda, de misa todos los domingos y a robar todo lo que podía a las niñas que a la primera queja, una paliza y de baja sin cobrar diez días. ¡Cerdo!
    
    Pues sí, esto es casi una antigüedad, como la catedral. ...
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