RAZÓN PARA ESTAR VIVO - Relatos Eróticos

RAZÓN PARA ESTAR VIVO

... ¡Me quiero montar! – Sara no tiene problema. Se acuclilló nuevamente sobre mi boca. Cuando estuve listo, Adela se la ensartó cabalgando en su mejor estilo. Además de amasarse las tetas, se besaban ardientemente. ¡Es hermoso verlas tan tiernas y cariñosas!
Además de ser tremendamente lujuriosas, tienen mucha facilidad para orgasmear exquisitamente, cosa que hacen más o menos al mismo tiempo sobre mi ingle y sobre mi boca. No hay ninguna duda ¡Todo es fantástico!
Pasó bastante desde mi anterior acabada. Siento que estoy en buenas condiciones, listo para nueva descarga.
-¡Voy a acabar nenas! ¿Cómo la quieren?
-¡Amorcito! ¡Acabame en la boca! ¡Quiero tragar! 
-¡Si, si! Yo también… - Ambas criaturas disfrutan la lechita…
Se la saqué a Adela y fui hacia la boca de Sara. Se acomodaron una al lado de la otra. Ambas bocas bien abiertas y las lengüitas bien afuera. Fueron cinco o seis abundantes sacudidas, en una y otra, sin parcialidad. Ambas tuvieron lo suyo y la tragada fue generosa. Ambas también se dedicaron a limpiarme, con prolijidad y esmero.
Nos recostamos nuevamente. Las nenas están complacidas, sin duda. Me acarician suavemente la pija y de vez en cuando se levantan para besar y lamer. ¡Una buena vida! 
-Chicas…, ¿dónde quieren que las lleve? Yo tengo un compromiso…
-¡Jajaja! ¿Con quién vas a coger? – Sara lo tiene claro.
-¿Ustedes creen que es lo único que hago? ¿Y de qué vivo?
-¡Jajaja! ¡No es lo único…, pero sí lo más importante! – Adela está de acuerdo con ...

... su “socia”.
-Está bien, no lo discuto… ¿Dónde las llevo?
-Vamos a lo de Azucena…, Rebeca quiere que le contemos los detalles… - Sara sonríe mientras me habla…
-Además…, vos sabés nuestros vicios… - Adela es más clara. ¡Las cuatro mujeres van a tortillear! Sería maravilloso verlas…, pero es cierto…, tengo una cita de trabajo.

	Ya había hablado con la consultora. Tengo que contactarme con los dueños de un taller de tejido de punto, bastante prolífico y de muy buena calidad, según dicen. Fui a la oficina de la empresa, que en definitiva está en uno de los laterales del taller, que ocupa un cuarto de manzana. 
Estaba el dueño. Con él arreglé los trabajos a realizar para la ampliación y la conclusión de una nueva oficina, moderna y cómoda, con servicios para las empleadas. Es así, la gran mayoría del personal son mujeres. Hombres solamente en el mantenimiento y seguridad.
Un par de días dedicado exclusivamente al nuevo proyecto. Fui con el pendrive a las oficinas en tres oportunidades, siempre atendido por el dueño. Me llamó la atención el que este hombre solamente hablaba de costos e inversiones. De entrada, nomás, me dijo que la cuestión técnica, lo que sería el proyecto en sí, en definitiva, para incorporar doce maquinas más y algún espacio para una probable nueva ampliación, lo hablaría con la esposa, “la patrona”.
En la siguiente visita está la esposa, “la patrona”, socia y responsable de la producción. ¡Dios! Una mina impresionante. No sé si es bueno que me toque ...