1. RAZÓN PARA ESTAR VIVO


    Fecha: 16/07/2024, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: CARAMELO, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... mis deseos… - ¡Al fin entró en tema!
    -Espero que así sea, señora…
    -Llámeme Diana, por favor…
    -Vale, yo soy Dani…, pero lo de “señora” es por el respeto que le tengo. – Tengo que llevar la conversación hacia donde quiero, muy lejos de lo profesional.
    -Entiendo su respeto, pero no hay que exagerar. Así es mucho mejor. Si evita señora, me hace sentir más joven. ¡Jeje! El resultado será muy bueno… - Parece muy segura sobre el “resultado…”
    -Sin la menor duda…, ¡estoy totalmente a su servicio! – No me aparté ni un milímetro. La miré a los ojos al hablar.
    -¡Le agradezco la buena voluntad! – Diana está “aflojando”.
    -No puede ser de otra manera, señora Diana…
    -Soy Diana, solamente, para usted, Dani. Elimine el “señora…”
    -Pero…, es que usted lo es… ¡Una magnífica señora! ¡Más allá de su tarea como orientadora de los trabajos en el taller…!
    -Bueee…, eso no sería nada… ¡es cuestión de prestar atención!
    -Está bien…, es una magnífica señora…, más allá de su trabajo profesional… No quiero que suponga que mis palabras son generadas por su ubicación en el organigrama de la empresa. ¡Aunque la viera en la mitad de una vereda pensaría lo mismo: ¡una magnifica mujer! Para ser más universalista…, nada más que como mujer seria magnifica. El destino me hizo conocerla como empresaria… ¡Trataré de ser discreto!
    -¡Jajaja! ¡No quiero que sea discreto! ¡Me gusta oírlo! ¡No solamente como profesional! Más que profesional…, también lo quiero oír como hombre. ¡Me son muy gratas sus palabras! ...
    ... 
    	Seguíamos parados juntos…, y “juntitos” a la pantalla, supuestamente mirando el proyecto… ¿Será posible que haya llegado el momento de encarar… lo que realmente me importaba en ese momento? ¡En esa oficina no había un miserable sofá! Y la tabla del escritorio está totalmente ocupada…
    -Dígame Diana…, ¿luego, más tarde, a la noche, usted tendría la amabilidad de aceptar mi invitación a cenar? – Yo pensaba en su marido.
    -¡Sería un placer total, Dani!
    -¿Dónde la recojo?
    -No…, eso más tarde… ¡Jajaja! Perdone mi grosería Dani… ¡Es un chiste!
    -Para mí, todas sus palabras son poemas…
    -Es lo que me gusta…, si, eso…, pero no sea tan formal, por favor…
    -Entonces… ¿a las 9 la paso a buscar?
    -Es perfecto…, por acá mismo… - Me llamó la atención…; ninguna mención a su marido.
    -Nos vemos luego…
    -¡Y nada de trabajo! ¡Quiero olvidarme de la empresa! ¡Gozar de vivir… y nada más!
    -Así será Diana… - Espero que efectivamente sea así.
    
    A las 9 la “recogí”. Un discreto tapado la cubría totalmente. ¿Su beso en mi mejilla fue anticipando el ambiente? Tal como en otras oportunidades, puse al tanto de mis “intensiones” al hotel y al restaurante. ¡Es la combinación ideal! Tal es así que, sin que Diana hiciera el menor comentario, estacioné en el hotel. Salimos caminando y 30 metros más allá, entramos en el coqueto e íntimo restaurante.
    No vale la pena ni tengo la intención de describir el menú. Lo importante fue cuando ayudé a Diana a sacarse el tapado que la cubría. ¡Decir que mostraba su ...
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