Martha La directora de la escuela de San Fernando capitulo 2 - Relatos Eróticos

Martha La directora de la escuela de San Fernando capitulo 2

... sintió un sabor diferente, quiso sentir asco, pero un dedo su padre en la raja la hiso agarrar valor para seguir pasando la lengua por el glande y saborearlo, llego el momento que se acostumbró y hasta le agarró sabor agradable. ‐ Si mi putita, te gusta ¿verdad? ‐ Si papá, sabes que me gusta todo lo que tú me haces, ¿me embarazaras pronto? ‐ Claro mi amor, ya quiero ser padre y cogerme a mis hijos nietos ‐ Si papá, también serán tuyos para que te den placer con sus agujeros y mucho dinero Ruperto se volvió a acomodar y metió nuevamente la verga dentro de la raja de su hija, repitió la tarea de sacarle sangre con la verga y llevársela a la boca varias veces hasta que se desquició y en la última penetración la bombeo si piedad en su rajita, Martha gimió como loca al sentir las bestiales embestidas de su padre y sintió como el eyaculo dentro de ella bramando como poseso, no lo podía ver, pero sabía que tenía la cara desencajada y los ojos en blanco en el momento que eyaculaba, lo conocía tanto que sabía así estaba su padre. ‐ Aaahhh mi amor, me vacío dentro, esto es la gloria, siento tu matriz, la puedo sentir como se mueve aaahhh ‐ Aaahhh papaaaaaa Continuo bombeando a Martha hasta que pene aguado Salió de la ensangrentada raja, se levantó y de pie recuperó su respiración mientras contemplaba a su hija atada, toda mancha de sangre en su raja lo mismo que su boca y mejillas, sus nalgas marcadas por el cinto y su vulva toda hinchada ‐ Puf, necesito comer algo, necesito ...

... recuperar fuerzas para seguirte cogiendo—se dirigió a la puerta y escucho a su hija que lo llamó ‐ Papá ¿me desatas? También tengo hambre ‐ No mi putita, tú te quedas así, sabes que necesito saber que estas atada para calentarme de nuevo, vendré un rato más a seguirte cogiendo ‐ Bueno, pero me traerás algo para comer y beber ¿verdad? Tengo mucha sed ‐ Ya veré Salió de la habitación desnudo, dejando a su hija atada sin sentir lástima por ella, la dejo incluso sabiendo que no había comido durante el día y que tenía sed por tanto sudor y ejercicio hecho durante la depravada cogida que le acababa de dar. Ruperto entró a la cocina y se preparó un delicioso sándwich de jamón con una limonada enfriada con hielos, tomo un gran trago de esta y sintió como el agradable líquido frío pasaba por su garganta hasta llegar a su estómago; había sudado mucho y eso le supo a gloria, degusto con voracidad su sándwich y durmió una corta siesta para recuperar fuerzas, su sueño fue profundo y tranquilo, nada en su conciencia lo perturbaba, ni siquiera el hecho de haber dejado a su hija atada, sin comer ni beber, además de flagelada y cogida brutalmente. Cuando despertó, lo primero que hiso fue masturbarse para ver si podía desarrollar erección, sonrió maliciosos cuando su pene se erecto; así caminó hasta la habitación y encontró dormida a su hija, tomo el cinto y con la cara del hombre más depravado del mundo levantó su mano y golpeo con furia a su hija que despertó gritando La tarde fue otra dosis de ...