Martha La directora de la escuela de San Fernando capitulo 2 - Relatos Eróticos

Martha La directora de la escuela de San Fernando capitulo 2

... él le pedía durante la cogida; si era verdad que le dolía mucho lo que le hacía, pero también era verdad que ya había aprendido a disfrutarlo, su papá se lo hacía tan seguido, que ella ya no imaginaba una relación sexual normal, de hecho en su mente imaginaba que eso no existía, que eso solo era en la películas románticas, el sexo real era como ella lo recibía, salvaje, obsceno, sádico, depravado y todas las porquerías que una mente pudiera imaginar. El papá de Martha miraba la espalda de su hija marcada por su boca y el cinto, pero además había marcas de otras bocas, de hecho muchas ya no eran de él, eran de las personas que podían pagar por ella, había hecho mucho dinero comercializando a su hija, un amigo de él, muy cercano por cierto, le propuso filmarla y enviar la cinta con gente que él conocía y que podían pagar mucho por esta. Al papá de Martha le brillaron los ojos cuando le mencionaron cuanto podía pagar por un buen filme, no solo de sexo, sino elevado en sadismo, era tiempo de expandir el negocio y pensar en mercadotecnia, todo eso pasaba por la mente de él mientras seguía torturando la vulva de su hija adolescente. Ruperto el padre de Martha sintió mucha fatiga en su brazo derecho, por el castigo que le ponía a su hija, decidió descansarlo, le saco la verga de la boca y se movió hasta llegar a la parte trasera de su hija, carraspeo su garganta y saco un enorme gargajo que escupió entre las nalgas de su hija, tomo su babosa verga y la guio a culo de ella, apunto ...

... el glande y empujo, metiendo la mitad, el culo de Martha era muy laxo a estas alturas, él podía meterlo si dilatación previa y ella lo aguantaba sin problemas. ‐ Aaahhh papi ‐ Mi puta, eres mi puta Empujo y metió el resto de verga, Martha agacho su cabeza y la enterró en la cama para concentrarse en relajar rápido su culo y disminuir las molestias. ‐ Aaahhh papi aaahhh Tres bombeadas después Martha ya gemía de placer recibiendo verga en su culo ‐ Papa si papa si… mas… más, dame más, me gusta mucho aaahhh ‐ Si mi putita, sé que te gusta ‐ Papi anda… aaahhh… métela en mi rajita ¿o es que te da asco? Aaahhh aaahhh ‐ ¿asco? Mi amor, si es lo que siempre soñé Sacó la verga del culo de su hija y lo apunto a la raja, empujo y el pene se perdió rápidamente dentro de la rajita que estaba encharcada de agua de tanta excitación que Martha desarrollo, se dejó caer sobre ella y oprimiendo la espalda de ella con su vientre abultado, el sudor de él caía sobre la nuca y el cuello de ella, la respiración de los dos era acelerada. ‐ Hija, mi puta, necesito que pruebes mi verga, quiero que me digas a que sabe tu sangre ‐ Si papá, dámela Se desacoplo de ella y se acercó a la boca de la atada Martha, que la abrió desesperada y saco la lengua para recibir la verga paterna manchada con su sangre menstrual. La verga de Ruperto se perdió dentro de la boca de su hija, pero la saco inmediatamente para darle a probar el glande, que era la parte más manchada, ella degusto por primera vez su sangre, y ...