1. Luis, Jacobo y un verano 20 Buscando nuevos placeres


    Fecha: 24/11/2018, Categorías: Gays Autor: Alvaro-L-de-H, Fuente: SexoSinTabues

    ... que podía hacer. -¡Es increíble!, eres una chica. –no pude aguantar y me tiré sobre él. -Entonces bésame como besarías a una chica. –me senté sobre él abrazando sus costados con mis piernas y colocando mi culo, cubierto por la tira del tanguita, sobre su pene oculto por el edredón pero que notaba muy duro, como si me hubiera sentado sobre un cilindro de mármol. Apartó mi cabeza para que dejara de besarle y separó nuestras bocas. -Luis, estas preciosa, eres una linda nenita. –me miraba como si yo fuera de porcelana, una cosa delicada y que no se pudiera tocar, solo sus dedos se enredaban en mis largos cabellos apartándolos de mi cara. -¿Cómo se te ha ocurrido? -peinó mi ceja izquierda, ya me habían crecido los pelos y la cicatriz no se veía, solo se sentía si la tocabas como ahora estaba haciendo él, no se detuvo, siguió con su dedo el perfil de mi nariz hasta encontrar mis labios rojos, allí apretó para que los abriera y recibiera su dedo, y se lo chupara envolviéndolo en mi lengua y pegándolo al paladar al chupar fuerte, es una sensación que me encanta. -Luis, cada día me enseñas una faceta nueva de ti, te amaría, lo haría con locura…, se detuvo y sacó su dedo que yo no quería dejar de chupar y produjo un chasquido al desprenderse de mi lengua. -Lo sé Julio, me amarías con locura si fuera una chica, si como pinocho dejara de ser de madera y me convirtiera en humano…, pero no tenemos hada madrina, me conformo con que me dejes estar contigo, solo eso. –no le dejé responder, ...
    ... me apoderé de su boca, mordí amorosamente sus labios, acaricié la dureza de su pelo corto y en punta y abracé su cuello, enterré mi rostro en él para musitar en su oído. -Fóllame Julio, méteme la verga y déjala un ratito que la sienta dentro de mí. –aparté el edredón para que su polla tomara contacto con mis nalgas, retiré la tira del tanguita y sujete su verga para orientarla en mi ano, me fui sentando sobre ella que fue abriéndose camino en mi culo, lo hacía muy despacio, dejándome caer sujeto a sus hombros, mi ano se contraía aspirando su verga y resbalaba dentro de mi hasta llega al fondo y quedan sentado sobre sus testículos. Julio seguía sentado con la espalda apoyada en el cabecero de la cama, las piernas estiradas y yo sentado sobre él, con toda su potencia y juvenil adolescencia en mi vientre, palpitando lleno de vida y caliente, flexioné ligeramente mis rodillas para alzarme y llegar con mi boca a la suya, quería moverme lo menos posible, lo suficiente para, mientras nos entregábamos las bocas, las lenguas, el aliento, sentir su miembro atravesar mi cuerpo pero que no se corriera. Así estuvimos minutos, ¿horas?, lamiéndonos los labios, acariciando nuestras lenguas, mordiéndonos el cuello, besándonos el rostro para volver a los labios, besos que duraban minutos, eternos, entregándole todo el amor que mi corazón podía atesorar y escuchándole hablarme quedo al oído. -¡Qué bonita eres! Tan dulce y estas tan buena, tan buena. –y entonces levantaba el culo para mover la ...
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