Luis, Jacobo y un verano 20 Buscando nuevos placeres
Fecha: 24/11/2018,
Categorías:
Gays
Autor: Alvaro-L-de-H, Fuente: SexoSinTabues
... verga dentro de mí, y yo elevaba mi cuerpo para evitarlo, para no dejarle que en su excitación se fuera y eyaculara, para hacer eterno ese momento sublime, el mejor que había pasado con Julio, donde me estaba haciendo ser y sentir como una mujer querida, amada y deseada porque me veía bella. -¡Por favor!, ¡por favor! Deja que me vaya, no lo soporto Luis. –comencé a flexionar mis rodillas, arriba, abajo, despacio, deprisa, excitándole al máximo hasta que recogió las piernas, sujetó mi cintura y se colocó encima de mí dándonos la vuelta, ahora suyo era el poder, no dejaba de mirarse en mis ojos taladrando mi culo sin parar, sudando respirando delicioso, aparté mis piernas sujetando con mis manos los talones de los pies, me abrí, me desgarré para que entrara hasta causarme dolor…, y gozo. Me había corrido dentro del refuerzo del tanguita y no me había dado cuenta, mi cabeza estuvo siempre en el golpear de su yunque en el fondo de mi vientre hasta que se vació vertiendo su semen en mí. Me levanté para ir al baño a limpiarme, el tanguita estaba lleno de leche así como mis nalgas, después de lavarme fui a mi habitación y me puse una de las braguitas de mama, de seda con un poco de pata y ...
... color salmón, recogí una toalla que humedecí y volví a la habitación de Julio. Estaba en la misma posición que le dejé pero su brazo izquierdo lo había puesto encima de sus ojos, no podía verme, limpié su cuerpo de todo rastro de nuestra unión y besé su vientre, entonces me di cuenta de que empezaban a salirle pelitos en el ombligo, me pareció muy erótico. Apagué la luz que nos había alumbrado todo ese tiempo y me dispuse a volver a mi habitación. -No te vayas, quédate. –me tendí a su lado y nos tapamos con el suave y ligero edredón, hacia horas que la calefacción se había apagado y sentía algo de frío. Me despertó un ligero ruido, abrí los ojos para ver que la luz lo inundaba todo, papá y mamá salían de la habitación de Julio, mamá se volvió y puso un dedo en sus labios pidiéndome que no hablara, que guardara silencio, luego la agitó para que volviera a tumbarme pero antes tiré del edredón para volver a cubrirnos. Sonreía volviendo a quedarme dormido, Julio permanecía sobre la cama, desnudo mostrándose todo él en su varonil grandeza y yo con las braguitas de seda de mamá, subidas y mostrando mi tierno y blanco culito, todo eso lo cubrí con el mullido y vaporoso edredón. Continuará?