RAZÓN PARA TENER BOCA - Relatos Eróticos

RAZÓN PARA TENER BOCA

... remedio que recuperarse. Los orgasmos de Diana son incontables… 
No puedo dejar de gozar en lo “impalpable”: mientras ella está fundida, despatarrada, me dediqué a chupar la transpiración de su maravilloso cuerpo, entre las piernas, bajo las tetas, en las axilas, en la raya del culo… ¡Todo el cuerpo y la piel, incluso los deditos de los pies…!
-¿Sabés papito? ¡Sos tan increíble! ¡Me hacés sentir tan bien! ¡Hacía mucho que no gozaba de tanto placer! ¿Sabés? No sé si te lo dije…, pero… tengo dos hijas…
-¿De tu marido? – Sigo extrañando tanta “liberalidad” por parte del marido…
-No, no, para nada… ¡Ah! ¡No te dije! Mi marido es gay…
-¿Cómo?
-Si, es homosexual. Lo sabía antes de casarme. En realidad, lo hicimos por mutua conveniencia. Yo tenía el tallercito de tejido y él, plata para ampliarlo. Ese fue el negocio. Ambos quedábamos en total libertad para hacer de nuestra vida lo que quisiéramos, mientras no afectemos al otro. Y nos fue muy bien. Ninguno violamos lo convenido ni tuvimos problemas por ello. El negocio fue muy bien, en beneficio de ambos. Fue así como, entre otras cosas, yo tuve dos hijas, con dos padres distintos. En el caso de Soledad, la mayor, que tiene 22, la identidad del padre es algo difusa…, aunque no nos importa. Por entonces, yo era tan liberal – calentona digamos -, que podía estar con dos o tres tipos cada noche. Fue así que quedé embarazada. En el caso de Amada, que tiene… 15, la cosa fue más controlada. El padre es un amante que tuve por ...

... esa época y por varias semanas. Fue único… Jamás ningún problema, y mis hijas tampoco. Soledad sabe perfectamente mi actividad sexual y no tiene problemas…
-¿Y ella hace algo?
-¿Si coge querés decir? Justamente de eso quería hablar. Sole tiene una vida sexual bastante normal. Siempre la alenté para eso. Vos sabés muy bien, que el buen sexo es lo mejor para la salud del cuerpo y la mente. Una o dos veces por semana coge con alguno de sus amigos o compañeros, la mayoría alumnos de la facultad o del gim. Pero nunca me habla de lo bien que le fue con fulano o zutano, nunca dice nada. A mí se me hace que no lo disfruta en la medida que haría falta. Es por eso…
-¿Si? ¿Qué cosa? – Hasta ahora no entendía que es lo que Diana me quería decir.
-Bueeee…, me gustaría que vos la atiendas… 
-¿Qué me la coja?
-Sí, claro. Vos la harías muy feliz…
-¿Cómo lo sabés? Ella tendría que quererlo, realmente… ¡Ni siquiera me conoce! No es lo que vos le digas… El sexo es placentero cuando uno lo hace justamente porque tiene ganas y con quien tiene ganas… 
-Y bueno… ¿vos no querrías cogerte a mi hija?
-Y…, si es hija tuya seguro que es hermosa, inteligente y simpática…, y coge muy bien, no lo dudo. El asunto es lo que ella quiera… No me conoce y le llevo 30 años. Soy un viejo para ella.
-No, para nada, estoy segura. ¡No sos viejo para ella! ¡Seguro! ¿Acaso no cogés con jovencitas?
-Sí, siempre que puedo y me dan bola…
-¿Y por qué no te dará bola Soledad?
-No lo sé…, y vos tampoco lo ...