1. La costeña


    Fecha: 07/08/2024, Categorías: Primera Vez Tus Relatos Autor: brayan101869@gmail.com, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... en la tarde para ir a cenar o al cine y hacer travesuras, ya que a eso había viajado por nuestro encuentro.
    
    La tarde entera nos transcurrió sin problemas atendimos los asuntos de trabajo de cas uno, y con las ganas de encontrarnos lo más pronto posible, solo manteniéndonos en contacto de cómo iba y si no había tenido problemas, en la tarde ya desocupados de nuestras actividades corrimos a nuestro encuentro, el cual habíamos establecido que nos veríamos cerca del departamento para alistarnos y salir a dar la vuelta.
    
    Estando los dos solos en el departamento nos besábamos como desesperados y yo recorría su cuerpo con mis manos expertas en caricias, lo cual la puso calentita al recibir su dosis de ardientes caricias sobre su ropa ligera que portaba esa tarde, lo que pude apreciar que al ser de una ciudad costeña su ropa era para ese clima, como minifaldas de tela ligera y suave. Y qué decir de su ropa interior la cual era bonita y de calidad, muy acorde al tipo de mujer que lo portaba, ella joven trabajadora y ardiente.
    
    Entre besos y caricias sabíamos que esa noche no iríamos a ningún lugar ya que nuestro destino era consumar esa primera noche que estábamos solos en la privacidad de mi departamento, nuestra primer noche sexual nos esperaba cada beso y caricia que nos prodigábamos daban cuenta la premura que teníamos por consumarla, pero a la vez debía tener paciencia digna de un monje tibetano para que esa noche valiera la pena y no espantar a la doncella.
    
    Ella me ...
    ... besaba de igual forma y pareciera que me quería devorar entero, ya que me quito la corbata y camisa para besar mi cuello y mi pecho, recorrió esa parte con sus labios anchos y grandes tipo mulata, me colmaba de besos y caricias ardientes, bajando por mis tetillas, con la lengua las recorría y a veces succionaba suavemente, y eso me ponía mas que cachondo y mi verga ya estaba ardiendo por penetrar la pucha de esa putita costeña, lista para dar una batalla más, Johana con sus manos le daba masaje mi verga sobre el pantalón, el cual magistralmente manipulo el cinturón y lo zafo para abrir mi pantalón liberando mi verga con la cabeza roja de placer, parecía un champiñón venenoso del cual escurría su sabia ponzoñosa, incitando a que la mi mulata le diera a probar esa rica concha que aún no había tenido la oportunidad de conocer al 100% pero sabía que era igual o más que ardiente y tampoco quería precipitar lo inevitable.
    
    Johana estaba irreconocible, no era la misma chica que había conocido en la terminal de autobuses en la mañana, estaba ardiendo de cachonda yo solo me dejaba querer por ella, a su vez le acariciaba sus bellas piernas, ahí tendido en el sofá de la sala, admirándola parada frente a mi con su vestido que parecía minifalda acorde para el tipo de ciudad de donde ella vivía, con la palma de mis manos recorría sus piernas morenas las cuales estaban muy bien formadas, podía sentir el borde de su ropa interior, su puchita se sentía ardiendo, estaba caliente y húmeda, ya no ...
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