Mi hermanito
Fecha: 12/08/2024,
Categorías:
Incesto
Tus Relatos
Autor: Fernando, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
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Efectivamente, mi hermano había soportado durante años mis historias de amores y desamores sin queja alguna, y a pesar de llevarle siete años, muchas veces era más maduro que yo misma, ayudándome a superar situaciones complicadas en mis relaciones afectivas.
—La guarra de mi amiga, que la he pillado dándose el lote con otra, solté entre hipidos.
—¡Qué zorra! Te lo dije, nunca me gustó esa chica… Pero no llores por ella, que no lo merece. Ya verás cómo la olvidas en cuatro días y vas a ser más feliz que nunca. Pero ¿por eso vas desnuda por casa?
Las palabras de Javier me recordaron que, en efecto, estaba desnuda abrazada por mi hermano pequeño también desnudo, con una erección imponente, pero ajeno totalmente a mis encantos.
—No, Javi. Es que te he visto mirando porno con ese pedazo de polla que tienes y me he calentado. Perdóname por cortarte el rollo.
Fue entonces cuando se dio cuenta de su propia situación y, pudoroso, se tapó con la sábana.
—Sí, bueno, ver pelis me distrae un poco. No tengo mucha vida social y no conozco chicas, así que me distraigo con la tele.
—¿Qué no conoces chicas? ¿Con ese aparato entre las piernas? Si es lo más grande que he visto en mi vida… Como se corra la voz de lo que tienes ahí abajo, te las vas a tener que quitar de encima con matamoscas, ja, ja, ja…
—Pues tú eres la primera persona que me la ve. Y además, tú que sabes, si eres lesbiana ¿no?
—Soy lesbiana, pero no ciega. Y antes ya tuve mis experiencias con chicos, no ...
... creas que no. Y te aseguro que con semejante herramienta se te van a rifar, hermanito. Además, ¿sabes que tienes esa pedazo de polla en parte gracias a mí?
—¿Y eso?
—Sí, cuando eras pequeño, siempre que te bañaba te descapullaba el pene para que no tuvieras problemas de fimosis, y siempre te daba gustito. Te reías y tratabas de hacerme cosquillas tocándome las tetas. Y a mí también me gustaba.
—Caramba, no me acuerdo de nada de eso…
—Y también te amorrabas a mis tetas intentando sacar leche, pero no había, claro, ja, ja, ja…
—¿En serio me lo dices? Joder, yo tenía flashes de algo así, pero siempre pensaba que eran de alguna película que habría visto.
Aunque llevaba la sábana por encima, pude notar cómo la polla de Javier crecía al recordar ese capítulo olvidado de su infancia, y, sin pensarlo, me lancé:
—¿Quieres rememorar esa época?, dije mientras metía la mano bajo la sábana y atrapaba su polla dura como el diamante.
—¿Qué haces, Sandra…?, dijo mientras daba un respingo a al sentir mi mano agarrar su imponente verga.
—Tranquilo; déjame darte las gracias por todas las veces que me has consolado de mis fracasos amorosos.
Le quité la sábana y contemplé admirada el largo y grueso pene de mi hermano. De verdad que solo en alguna peli porno había visto pollas así, de manera que casi no sabía ni cómo sujetarla. La tomé con ambas manos y aún sobresalía la punta por arriba. Inicié un sube y baja y la reacción fue ponerse más duro todavía. ¡Joder, qué maravilla de ...