Mi hermanito
Fecha: 12/08/2024,
Categorías:
Incesto
Tus Relatos
Autor: Fernando, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... y mírame. ¿No quieres ver cómo te folla tu hermanita? Disfruta y hazme gozar, por favor. Quiero que este pollón me destroce…
Comencé entonces a moverme arriba y abajo, sintiéndome taladrada en cada subida y bajada.
—¡Joder, Sandra, qué buena estás!, fueron las primeras palabras que dijo. —¿Puedo tocarte las tetas?
—Por supuesto, no solo puedes, sino que ‘debes’ tocarme las tetas y lo que quieras. Estoy aquí para tu total disfrute.
Intentó incorporarse para chuparme los pechos pero mis movimientos se lo impedían, así que me incliné haciendo que llegasen a sus labios. Enseguida atrapó un pezón y comenzó a lamer y mordisquearlo con notable pericia para ser su primera vez. El placer combinado de mis tetas y mi coño me acercaron al orgasmo, aunque lo interrumpí en varias ocasiones frenando mi ritmo. Quería que se prolongase en el tiempo y quería gozar de la sensación de tener mi coño ocupado por esa polla inacabable. Javier no daba muestras de cansancio ni de estar próximo a correrse cuando acercó su mano al hueco que quedaba entre su polla y mi coño y, tocándome apenas el clítoris con un dedo, me hizo correr de un modo brutal, como nunca nadie antes me lo había hecho. Los espasmos que sentí me dejaron paralizada encima de mi hermano, con mi vagina apretando su polla como los tentáculos de un pulpo.
Tumbada sobre el pecho de mi hermano, incapaz de moverme por los latigazos de placer que se repetían en mi interior, sentí cómo Javier tomaba la iniciativa y comenzaba a ...
... bombear mi coño con el incansable martillo pilón en que se había transformado su poderosa verga. Cada arremetida hacía que mi clítoris fuera rozado por su mano, que aún se hallaba entre nuestros cuerpos, haciéndome ver literalmente las estrellas. Mi mente estaba nublada y no tenía otra cosa en ella que miles de puntitos brillantes danzando sin control.
—Para, Javier, para. Me estás matando…
Obediente, sacó la mano pero mantuvo su polla en mi coño dando un suave vaivén cadencioso. Entonces le besé. Se sorprendió y reaccionó devolviendo a mis labios las caricias.
—Joder, hermanito, eres un portento. Vaya estreno has tenido. Cualquiera diría que era tu primera vez. Desde luego, ningún hombre me ha follado así, y pocas mujeres me han hecho correrme como tú lo has logrado. Me has dejado el coño destrozado y aún no te has corrido tú. Me imagino que querrás hacerlo, así que prepárate para un segundo asalto. ¿Quieres algo especial? ¿Tienes alguna fantasía con tu hermanita?
—Pues la verdad es que nunca había pensado en ti, pero de las pelis porno me atrae la postura del perrito. ¿Te importa hacerlo así?
—No te podría negar nada que me pidieras, hermano, y esto, muchísimo menos. Por cierto, no hemos tomado precauciones, ¿tienes condones?
—Pues no. No me imaginaba que algo así fuera a ocurrir.
—No te preocupes, mañana iré a la farmacia a por la pastilla del día después y aprovecharé para proveerme de gomitas para follar sin miedo. ¿Querrás follarme más veces, Javi?
—Joder, Sandra, qué ...