El harem de mujeres de Ana - Relatos Eróticos

El harem de mujeres de Ana

Está historia rememora hechos reales, algunos hechos, los nombres y edades de las personas involucradas serán alterados para que no pueda darse con el paradero de nadie.

Hola, soy Crystal, y voy a contarles la historia de un lugar, protegido por muros de piedra dos metros de espesor en el que termine viviendo como parte de el harem lésbico de una empresaria.
Todo comenzó hace 4 años, junto con un grupo de amigas estaba asistiendo a una convención de cómics, videojuegos y anime cerca del centro de la ciudad, por diferentes razones varias de mis amigas no pudieron asistir, y las que si, vivían en lados diferente de nuestra ciudad, así que al regresar a casa tendría que hacerlo sola.

El evento fue fantástico, inclusive una pequeña banda fue invitada para tocar algunas canciones de anime, videojuegos y algunos temas clásicos de estos mismos, como ya imaginarán todas íbamos disfrazadas de diferentes personajes, en mi caso era del personaje de Gwenpool, más que nada por qué quedaba bien con mi pelo rubio, solamente tuve que pintar las puntas de un tono rosa.

En algún momento mientras comíamos algunos chicos se acercaron a nosotras, e incluso algunas de mis amigas comenzaron a ligar con ellos, uno de ellos en particular no dejaba de verme, hasta que tomo valor para hablarme, pese a que no recuerdo toda la conversación recuerdo que había sido bastante desagradable, incluso criticando de mala manera mi disfraz.

Si bien puede sonar algo tonto que algo así te haga ...

... sentir mal, para alguien que en ese tiempo tenía dismorfia corporal fue algo bastante duro de escuchar, aunque que yo recuerde el traje no me quedaba nada mal, tal vez faltase alguna que otra curva, pero aún era joven y definitivamente me desarrollaría mejor después.

Con la excusa de ir al baño logré escapar momentáneamente de esa situación, mis amigas no me acompañaron por qué seguían ligando con esos chicos, realmente eran buenos muchachos, salvó por el que me crítico, los demás parecían ser bastante agradables, incluso uno regaño a su amigo por criticarme de esa manera.

En el lugar donde era el evento había más de un sanitario, así que escape a los que estaban más alejados, no quería volver tan rápido a dónde estaban, ya que verdaderamente me sentía triste, y si me quedé sentada alrededor de quince minutos simplemente llorando, creía que estaba siendo lo suficientemente silenciosa, pero al final alguien me escuchó.

Toc toc toc, sonó la puerta del sanitario que estaba utilizando.
—esta ocupado. —dije, realmente pensaba que querían utilizarlo.
—eso lo se, ¿estás llorando verdad? ¿Estás bien? ¿Hay algo que pueda hacer por ti? —la voz del otro lado era bastante madura, nunca he sabido adivinar la edad pero sonaba con una confianza que decía que podía ayudarme.
Tal vez tarde demasiado en responder pero la voz volvió a hablar. —¿es por un chico? ¿Quieres salir a tomar algo y hablar? —pregunto de pronto. No lo dude más, realmente en ese momento esperaba recibir algo de ...