LA BUENA SEÑORA
Fecha: 23/08/2024,
Categorías:
Hetero
Tus Relatos
Autor: CARAMELO, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... oportunidad de demostrar que es una gran chica…, más allá que le encante el sexo…
-Sí, sí, señor, lo entiendo. Bueno tal vez no tendría que ser tan sincera como usted, digo, no seré hipócrita, no tengo ningún compromiso, soy viuda desde hace 7 años. Y tengo dos hijos, un varón de 19 y una nena siete años menor, bastante menor.
-Señora Haydé…, gracias por su sinceridad…, yo estoy solo, viudo desde hace trece años, con dos hijos varones que viven por su cuenta, dado que tienen 29 y 25 años. No tengo novia, ni amante, ni pareja, nada más que circunstanciales amigas…, porque no tiene nada de vergonzoso que además haya mujeres que pretenden ser CASI tan hermosas como usted. ¡Deje esos hermosos pezones al aire para que yo los disfrute!
-¡No lo diga! ¡Me duele! – Sigue con los brazos cubriendo los pezones.
-¿Por qué? No apreté nada… - ¡Estaba escrito! La doña los tiene duros, justamente por esperar mis caricias. ¡Ahora sí! Me acerqué, sin dudas, pasé mis manos por los globos, deteniéndolas en los pezones. Con una mano desabroché su blusa. La otra la introduje bajo la tela. Hay un hermoso corpiño de encaje, que no impide en absoluto que los pezones se irguieran.
Extraña esta señora. No se resiste a nada. Tampoco participa ni protesta. Los besé y chupé, suavemente, mientras mis manos tomaban los tremendos glúteos, dignos de ser acariciados. La señora Haydé seguía sin reaccionar. Fui a su blusa con ambas manos y la desabroché.
-Nada puede borrar de mi intención el deseo ...
... que usted me ha despertado, y los pezones siguen duros y erectos, sin la menor duda. – Ella volvió a cubrir sus tetas con los brazos. - De nada vale. Están como están porque le gusta que a mí me gusten… No tiene por qué ocultar algo tan hermoso.
-Es que me da…, bueeee…
Una de mis manos bajó a su pollera y la introduje entre las piernas. La humedad de la bombacha era total, chorreando por los muslos…
-Perdón señor…, pero…, no sé su nombre…, pero no le autoricé a que hiciera esto…, que está… - Me da la impresión que solamente quiere aparentar dudas y molestia, pero no sabe qué decir.
-Soy Dani, así, sólo eso… No hay ningún problema, señora Haydé…, no haré nada que usted no quiera… - Ya estoy agachado, con la cabeza bajo la pollera. Aparté la tanga y metí mi boca. ¡Una verdadera inundación! Chupando, lamiendo, besando y metiendo la lengua… ¡El orgasmo le debe haber dado envidia a La Garganta del Diablo…! ¡Me bañó!
-¡Uy señor Dani! Perdone usted…, lo mojé todo…
-Algo verdaderamente hermoso, querida señora Haydé… Me gustaría repetir…
-Pero…, señor Dani…, estamos en mi oficina…, puede entrar alguien…
-¿No llaman?
-Y si, pero no siempre… - Le acomodé la ropa, no sin besar antes los magníficos pezones…, pero me quedé con las ganas de besar los glúteos.
-Dígame señora Haydé… ¿hasta qué hora está en la escuela?
-Hasta las 5 y media…
-La paso a buscar…
-No, no…, más tarde, a las seis…, pero en la esquina de la farmacia… - Son tres cuadras.
-Está bien, a las seis estoy ...