LA BUENA SEÑORA
Fecha: 23/08/2024,
Categorías:
Hetero
Tus Relatos
Autor: CARAMELO, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... allí…
Está hecho. Me abalancé sobre ella para tomar contacto con sus labios. Me corrió un escalofrío cuando mis labios estuvieron en contacto con los de Haydé. Fue un contacto de labios. No hubo lengua por entonces. La abracé y volví a besarla. Ella no se entrega…, pero tampoco se opone. Volví a su boca, ahora entreabierta, con mis manos en sus glúteos. Allí, entonces, Haydé revivió. Abrazó mi cuello y respondió con la lengua a mi beso. Se pegó a mi cuerpo, reaccionando a mis estímulos. Mi bulto quedo perfectamente acomodado en su entrepierna.
-Por favor, vete ahora, antes que aparezca alguien. Nos vemos a las seis. – Me alejó.
A las seis estaba allí. No hubo besos ni caricias. Todo muy neutro.
-¿Dónde vamos?
-Vamos a casa…
-Aaahhh… ¿a la tuya?
-¿Le molesta, señora Haydé?
-No, para nada… No esperaba algo tan “directo…” – Haydé sonrió.
-Perdón Haydé… ¿le molesta?
-Me intriga… su interés…
-Muy simple. Tengo súper interés en usted desde que la conocí…, no hubo dudas por mi parte, ni lo oculté… ¿o tuvo dudas?
-No…, Dani…, entiendo perfectamente…
Ahora sí. En el primer semáforo, me di vuelta y la besé. También giró su rostro. Nuestros labios se encontraron. Mi mano derecha fue al muslo izquierdo de Haydé. Bajo su pollera fui hasta la entrepierna. Más humedad todavía. Al fin Haydé resolvió…, y acarició mi muslo derecho. No mucho…, pero fue algo… ¡Y no pudo ignorar el tremendo bulto que se notaba en mi entrepierna!
En diez minutos llegamos al edificio. Fui al ...
... estacionamiento. En el ascensor hacia mi piso, la besé. ¡NOS BESAMOS! Y mis manos recorrieron todos los rincones del cuerpo de la hembra, sin ninguna oposición, totalmente entregada…, pero todavía sin respuesta integral.
Ingresamos. La blusa, la de los fáciles botones, se la retiré. Besaba y lamía su rostro, sus orejas, su cuello. Al suelo fue su corpiño. Al dormitorio llegamos con Haydé desnuda de la cintura hacia arriba. Antes de la cama desabroché su pollera y la bajé. Ella levantó sus piernas. También fui hacia abajo con su tanga. Ninguna resistencia, aunque tampoco ninguna acción activa.
En la cama estaba totalmente desnuda, con los ojos cerrados y las manos ocultando sus tetas. El vello cubría levemente los labios mayores, que se adivinaban golosos.
Está quietita. Yo deleitándome con su desnudés. Saco camisa y pantalón. Retiré el bóxer, con el cuidado de no engancharme la pija, totalmente al palo.
Tal como me parecía, es una Venus de Milo. Piel canela, bien criolla, tetas soberbias y erguidas, la concha cubierta por el vello suavemente castaño, con labios palpitantes y húmedos. Haydé entreabrió los ojos. Mi pija, endurecida como el acero, ardiente como la llama olímpica, frente a sus ojos. Fue el hito que llamó su atención. Nos deleitamos contemplando nuestros cuerpos, pija y concha en primer lugar. Me agaché y fui a sus pies. Besé cada uno de sus deditos, y subí por tobillos y pantorrillas. Pierna por pierna, perfectas y deseables. Mordisqueé los muslos antes de ...