1. Noche de fiesta


    Fecha: 30/11/2018, Categorías: Anal Autor: almogaver92, Fuente: RelatosEróticos

    ... por doquier. Finalmente él quedó sentado en el asiento de copiloto, y yo con las piernas abiertas encima de él, sintiendo su polla en mi abdomen. Estaba inquieta, caliente y parecía que se iba lubricando sola.
    
    -Dónde tienes el condón? -le pregunté.
    
    -Aquí, toma y pónmelo.
    
    Le enfundé aquél falo desproporcionado y me subí a él. Poco a poco me dejé empalar agarrada con fuerza a sus hombros. Con lo caliente que iba, costó más bien poco que me entrase todo a la primera.
    
    Subí y bajé sin parar, jadeando los dos como cerdos mientras empañábamos las ventanas del coche. Sus manos pasaban del culo a las tetas, estrujando sin parar lo que cogían. Aunque me dolía cuando me las apretaba, eso me daba aún más placer. Yo le agarré la cabeza y me acerqué a él para besarle. Mientras follábamos sin parar, nuestras lenguas jugueteaban la una con la otra y sus manos me agarraban de las nalgas para marcar el ritmo. Y me empezó a dar pequeños azotes. Cada vez que su mano abofeteaba mi culo, mi placer aumentaba.
    
    -Dame más, dame más fuerte cabrón -le decía mientras sentía como su polla entraba más y más en mi. Le solté la cabeza y me agarré de los pechos para pellizcarme de los pezones. Ahora no quería nada de masaje suave, quería placer a lo bestia. Aún con el vestido puesto, empecé a apretar. Y aquello fue demasiado. Me sobrevino un cosquilleo en mi interior, seguido de una ola de placer que me estremeció y me hizo lanzar un gemido. Bueno, en realidad fue más un grito de puro placer. ...
    ... Cuando los temblores y los espasmos del orgasmo cesaron. abrí los ojos. El chico (a partir de ahora le llamaré Lannister) me miraba sonriendo, como desafiándome a seguir. Él no se había corrido.
    
    -Quieres más zorrita? -me preguntó con esa voz que me encendía.
    
    -Sigue follándome, ahora en la pose del perrito, quiero ser tu perra en celo, quiero que me folles como un buen macho -le dije intentando recuperar el aliento.
    
    -Aquí no vamos a caber
    
    -Pues fuera del coche
    
    -¿Fuera? Estás segura? Nos van a ver...
    
    -Me da igual, que me vean gozando, vamos.
    
    Sin esperar su respuesta salí del coche. Por suerte me siguió, con la bragueta abierta, los pantalones puestos y la polla enfundada sobresaliendo desafiando a la gravedad.
    
    -Ponte aquí guarra -me dijo mientras me empotraba contra la parte delantera del coche. Mis tetas se pegaron al capó y me la metió de golpe. Aunque me acababa de correr y estaba cachonda, su primera embestida me dolió. Pero fue un dolor placentero, del que quieres que siga. Me montó como un animal desbocado, sin pausa y con prisa mientras me restregaba contra el coche. Sus manos me azotaban el culo sin cesar, y a cada manotazo respondía con un pequeño grito de dolor y excitación.
    
    Sacó su enorme polla de mi y me la pasó por el agujero del culo, pensando en si le cabría dentro. No pensó mucho rato (típico de los hombres cuando piensan con la polla, o sea siempre) y empezó a apretar contra mi culo. No era virgen por ahí, pero tampoco había tenido ...