42.1 Los problemas de Rayhan
Fecha: 04/12/2018,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
... un bebe que me mamara y era el delirio ante sus chupadas y aspiraciones, como si de ellos pudiera salir leche.
Llevo mi mano a su verga que empuja en mi cadera, ¡qué suave me parece a pesar de su dureza!, la aparto de mí y bombeo masturbándole lentamente, empieza a emitir quejidos aun mamando de mis tetillas.
Su polla va cogiendo más consistencia a cada momento que pasa, engorda y crece hasta parecerme increíble, la humedad empapa mi mano y siento mi boca hambrienta y deseando su sexo, no podía desasirme de él, sus brazos rodeaban mi cintura y sus manos en mi espalda llevaban mi pecho a su boca.
Quería darme la vuelta, ofrecer mi entrada al pene que babeaba en mi mano, sentirle dentro de mí perforando mis entrañas a la vez que besaba su boca.
Una de sus manos abandonó mi cintura para deslizarse hasta mi ano, ahora tenía más libertad para moverme, comienza a tirar de mis pelitos, los pocos que tengo, como si quiera arrancármelos, me coloca para comerse mi culo, lo abro a su boca golosa y a su lengua que quiere penetrarlo. Siento calambres en mi vientre y como de mi verga salen hilos de precum.
Maneja sus dedos con precisión y maestría, entrando en mí y saliendo, frotando los anillos de mi ano, lamiendo mi entrada al mismo tiempo, me siento su esclavo entregado en alma y cuerpo, mi sometimiento es voluntario y placentero, me adapto a él dócil, siguiendo sus más mínimas indicaciones que a veces son simples movimientos de sus manos, para abrirme, para relajarme ...
... y dejar que haga de mí su voluntad.
Se cansa de lamerme el culo y me lleva hasta su verga, resulta un acierto, si hubiera seguido follando mi culo con su lengua y sus dedos, todo habría terminado muy rápido, me deja que descanse para poder bajar mi excitación. Ahora, con su permiso, podía lamer su falo que despierta mi glotonería, y paladear su sabroso sabor que me chifla.
Me pide entre suspiros que le chupe los testículos y no soy remiso a su ruego, los meto uno después de otro en mi boca chupando de ellos, me pide más, no sabe lo que está diciendo.
—Así, sí, Daniel, muérdelos. –estaba muy excitado y cachondo empujando mi cabeza contra su escroto y esa cachondez despertaba mi lujuria, masturbaba su verga con una mano, con la otra acariciaba su perineo y su ano y mi boca no dejaba de chupar sus huevos.
Jadea como un loco cuando mete toda su polla en mi boca, cuando la nota deslizarse por mi garganta y no quiere sacarla, empuja de mi nuca y me ahoga, la saco y montones de baba, junto con su precum, salen de mi boca resbalando hasta sus huevos, juego unos minutos a sacarla y meterla, desde luego que estaba aprendiendo a hacerlo muy bien.
Sin palabras y respirando como un caballo en la monta, me coloca de cara a él y sube mis piernas a sus hombros, unos segundos más tarde suspira hechizado de placer al tener su todo su pene en mi vientre, resulta imposible de plasmar en palabras lo que siento, miraba su cara poseído de lujuria con los ojos cerrados, mordiendo su ...