VIVENCIAS 7 (ROSARIO)
Fecha: 05/12/2018,
Categorías:
Hetero
Autor: efeso, Fuente: RelatosEróticos
... relajación de Rosario, que en ese momento dejaba escapar unas tiernas lagrimas de sus ojos, la besé en su boca, calmando un poco su angustia y tal vez el dolor, giré abrazándola y ella quedó encima de mí, para que fuera ella quien diera la pauta a la cabalgada. Poco a poco se relajó y comenzó a mover sus caderas como una bailarina de hawaiano y eso me volvió a ancender, llevando mis manos hasta sus senos apretándolos y ella comenzó a cabalgarme con una fuerza desmedida, provocándome dolor en mis huevos, dejé que ella se diera gusto sola por un buen rato, y la jalé hasta el borde de la cama poniéndola en cuatro, su culazo quedó expuesto para mi, en una forma desorbitante, mi verga embarrada de jugos y sangre era nada, al lado de aquel pedazo de culo, pero ella lo estaba disfrutando, me coloqué detrás de ella y con mi mano guié mi verga hasta su entrada que de un solo empellón llegó hasta el fondo haciéndola gritar de pasión, comencé a bombear volviendo mis embestidas cada vez más violentas y ella pedia más y más, su cuerpo comenzó a convulsionar y aceleré mis embestidas para llegar juntos al orgasmo, ella me aviso diciendo…
Yaaa… yaaaaa…. Chiquito.
También le avisé que estaba a punto de terminar y ella se empinó totalmente en la cama para que pudiera llegar más profundo y cuando sentí mi verga a punto de explotar la tome fuertemente de sus caderas hundiendo lo más que pude mi verga en su vagina que también estaba contrayéndose alcanzando el extasis y provocándome un ...
... delicioso orgasmo volcado en incontables disparos de esperma que llegaron hasta lo más hondo de su conchita. No solté su culazo hasta que mi verga comenzó a perder fuerza. Me salí y ella se volteo, poniéndose de pie y abrazándose a mi, me dijo…
Te amo, chiquito.
Yo también te amo, Chiquita.
Nos recostamos y nos quedamos dormidos.
Despues de aproximadamente una hora, unos besitos en mi pecho me hicieron despertar, Rosario se encontraba a mi lado totalmente desnuda, la abrace y permanecimos en silencio durante unos minutos, hasta que…
Que rico estuvo, no pensé que fuera así. Gracias por hacerme mujer.
No tienes porque agradecer, al contrario, gracias a ti por entregarme tu virtud.
Volvimos a besarnos y la jale para ir al baño, nos duchamos juntos, lavé perfectamente mi verga que contenía restos de sangre de su himen recién roto, ella observó como el agua se mezclaba con los residuos de sangre que caían de mi pene, permanecimos unos instantes dejando que el agua cubriera nuestros cuerpos y mi verga volvió a responder con energía taladrando sus nalgas, ella sintió la dureza y restregó su trasero con mi verga, mis manos fueron directamente hasta sus senos que se bamboleaban con el ritmo de sus caderas, la giré para quedar de frente y ela bese, con enorme pasión introduciendo lo más que podía mi lengua en su garganta, abrió un poco sus piernas para que mi verga quedara entre sus piernas, apretó suavemente y nuestros sexos se restregaban por el exterior. Comencé a ...