Dulce y amarga amistad (06)
Fecha: 07/12/2018,
Categorías:
Bisexuales
Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
... unos apuntes, luego me daría cuenta de que había sido una disculpa.
Ese día vendrían a comer mis tíos y traerían a Demian con ellos, ya pasaba más tiempo con mis tíos que con Paula, la secretaria de mi tío y que le había cuidado, y pronto se iría a vivir a la casa de ellos.
Abrí la puerta a Alfonso y pasamos a mi habitación comenzando a recoger los papeles que según él necesitaba, y entonces llegó esa declaración que ya sospechaba, sin saber el motivo y que se produciría en cualquier momento.
Teníamos trece años, llevábamos un año haciendo tonterías, tocándonos los penes, haciéndonos pajas, al principio cada cual con su verga y luego el uno al otro, poco a poco se iba dando todo.
Resultaba una época de mucha comunicación con mi amigo experimentando nuestras emociones, diferentes a las del resto de los chicos de nuestro entorno. Nos sabíamos distintos, nos gustaban los chicos a los dos y solo nos teníamos a nosotros para saber lo eran nuestros cuerpos despertando.
Sospechaba que Alfonso hacía tonterías también con otros muchachos mayores, con los que a veces le veía ir al baño, nunca se lo dije porque no era de mi incumbencia, pero notaba detalles, a veces evidencias cuando me dejaba solo para seguir a alguno que otro que le hacía una señal.
No parábamos de besarnos y pasarnos las manos por el cuerpo en lindas caricias de adolescentes aprendiendo, sintiendo, experimentando, para mí ese nivel resultaba novedoso.
-Quiero ser tu novio, dime que tú lo ...
... quieres también. –No estaba muy seguro de querer lo que me pedía, pero ese momento resultaba muy íntimo y bonito mientras nos abrazábamos y nos besábamos con deseo.
-Sí, lo que tú quieras Alfonso. –Nunca habíamos pasado la frontera de hacernos pajas el uno al otro, y el máximo atrevimiento había sido coger nuestro esperma con el dedo y probarlo, luego nos dio tanta vergüenza que no nos volvimos a tocar durante semanas aunque nos mirábamos deseando repetirlo.
Caímos sobre la cama sin dejar de besarnos y mi amigo metió la mano debajo de mi camisa para acariciar mis tetillas logrando que sacara un hondo gemido. Alfonso parecía tener más experiencia, saber lo que estaba haciendo y no lo entendía
-¿Te gusta Jesús? -Estaba encima de mí y me miraba a los ojos.
-¿Podemos hacer el amor? Ahora somos novios y quiero hacerlo, lo necesito, lo deseo Jesús.
Aún me podía contener pero entonces sujeto mi pene y me sentí mareado.
-Quiero ser tuyo Jesús, pertenecerte. –Aturdido por sus besos no me daba cuenta de que nos estamos quedando desnudos hasta sentir nuestros penes unidos, me había dejado vencer y ahora el que actuaba era yo encima de su cuerpo y mordiéndole la boca. Le miré mientras jadeaba sin aliento.
-Está bien lo haremos. –Mi pene era más largo y grueso que el suyo, lo tenía más desarrollado y ya los vellos poblaban mi pubis con algunos pelos que me salían en los testículos.
Debía tratarse de la selección natural pero era evidente que Alfonso actuaba de pasivo en ...